El FMI pidió construir apoyo político amplio y recomponer reservas en medio de las negociaciones

Política02/10/2025

Fmi

Según la funcionaria, el sendero de estabilización descansa en tres pilares interdependientes. Por un lado, una disciplina fiscal que actúe como ancla nominal; por otro, una política monetaria consistente con la meta desinflacionaria; y, finalmente, un marco cambiario orientado a acelerar la acumulación de reservas del Banco Central sin generar disrupciones adicionales.

En paralelo, el Ministerio de Economía gestiona con autoridades de Estados Unidos un mecanismo de liquidez tipo swap. La arquitectura que se explora no implicaría una inyección directa de fondos, sino una herramienta de respaldo para transitar los meses por delante con mayor holgura cambiaria y menos sobresaltos en la plaza financiera.

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La apuesta oficial es que un refuerzo de reservas, aun acotado, contribuya a suavizar tensiones y a apuntalar las expectativas mientras se sostienen las metas con el Fondo. El Gobierno interpreta que un ancla externa más robusta puede actuar como puente hasta que se consolide la mejora en indicadores reales y se normalice el acceso a financiamiento.

Desde el costado técnico del acuerdo, el FMI recordó compromisos ya asumidos. En la primera revisión del programa se concedió un waiver por la meta de reservas, junto con la exigencia de medidas correctivas para acelerar su recomposición y mantener la flexibilidad cambiaria como instrumento de absorción de shocks.

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La lectura política del mensaje es nítida y apunta a la durabilidad. El Fondo insiste en que las reformas necesitan respaldo parlamentario y acuerdos básicos que trasciendan la coyuntura electoral; sin esas garantías, la implementación pierde ritmo y las señales pierden credibilidad ante inversores y organismos.

El diálogo con socios internacionales también quedó en primer plano. El organismo valoró los apoyos coordinados con gobiernos y bancos multilaterales, mientras el equipo económico prepara nuevas reuniones técnicas en Washington para afinar detalles del swap y de los desembolsos asociados a proyectos en curso.

En el frente doméstico, la discusión por recursos y prioridades sigue abierta y condiciona la caja. Universidades, sistema de salud y transferencias sociales presionan en el margen y obligan a calibrar tiempos entre la meta fiscal y las demandas que llegan desde provincias, gremios y sectores sensibles.

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De corto plazo, la atención de los analistas se centra en dos vectores. Por un lado, el avance efectivo de la línea de swap y sus condiciones; por el otro, la trayectoria de las reservas y su impacto sobre la brecha, las curvas de bonos y la dinámica de precios, donde la consistencia entre anuncios y ejecución será revisada con lupa.

El Fondo, por su parte, volvió a subrayar que la desinflación requiere constancia y coherencia. Para sostener la baja, señaló, hacen falta reglas claras, coordinación entre frentes de política y un horizonte que no cambie con cada evento de mercado, porque la volatilidad castiga de inmediato cualquier señal contradictoria.

En la Casa Rosada confían en que un acuerdo externo más sólido aporte el respaldo de corto plazo que el programa necesita. El capítulo decisivo, sin embargo, seguirá escribiéndose en el Congreso y en la calle: la política doméstica tendrá la última palabra sobre la continuidad y la velocidad de las reformas.

Fuente: Infobae