
Rocas de 3.700 millones de años revelan pistas sobre el origen de la Tierra y la Luna
Actualidad15/11/2025
REDACCIÓN
Un equipo científico analizó las rocas magmáticas más antiguas de Australia y obtuvo datos que podrían redefinir la historia temprana del planeta. Las anortositas de la región de Murchison tienen 3.700 millones de años y conservan señales químicas únicas del antiguo manto terrestre.


La investigación, publicada en Nature Communications, se centró en cristales de feldespato plagioclasa. Los especialistas aislaron zonas frescas de estos minerales para estudiar su “huella dactilar” isotópica, un registro que sobrevivió al paso del tiempo y que permite inferir procesos de la corteza primitiva.
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Matilda Boyce, autora principal y becaria de la Universidad de Australia Occidental, destacó que la falta de rocas muy antiguas limita la comprensión del origen de la corteza.
En este caso, los nuevos datos sugieren un crecimiento continental más tardío de lo que se pensaba. La evidencia apunta a que los continentes empezaron a expandirse hace unos 3.500 millones de años.
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El estudio también comparó las muestras australianas con anortositas lunares, muy frecuentes en la superficie del satélite. Los resultados coincidieron con la idea de que Tierra y Luna compartieron una composición inicial similar hace 4.500 millones de años, lo que respalda la hipótesis de un gran impacto entre un protoplaneta y la Tierra primitiva.
La investigación involucró a especialistas de la Universidad Curtin, el Servicio Geológico de Australia Occidental y la Universidad de Bristol. El trabajo abre nuevas líneas para estudiar la evolución temprana del planeta y la relación con su satélite natural.
















