Santa Cruz anticipa para 2026 un déficit histórico impulsado por el costo salarial y previsional

Santa Cruz presentó ante la Legislatura provincial un Presupuesto 2026 que advierte un déficit financiero estimado en $339.820 millones, una cifra que representa el 11,7% de los recursos proyectados y que, traducida al valor oficial del dólar previsto para el próximo año, ronda los USD 220 millones. El informe señala que el peso de salarios, jubilaciones, transferencias y financiamiento a empresas públicas es el factor que más condiciona las cuentas, aun cuando los ingresos corrientes muestran un crecimiento nominal.

El documento enviado por el Ejecutivo detalla que los ingresos corrientes previstos ascienden a $2,89 billones, mientras que los gastos corrientes superan los $3,18 billones, cifra que marca la base del rojo financiero. El gasto total entre partidas corrientes y de capital llega a $3,24 billones, frente a los $2,43 billones ejecutados en 2025, lo que implica un incremento del 33,1%. El aumento del gasto supera con amplitud la mejora de los recursos, lo que explica la magnitud del déficit proyectado.

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Uno de los elementos que más incide en la rigidez de las cuentas públicas es el gasto en personal. El proyecto consigna que para 2026 la provincia destinará $1,429 billones en salarios, frente a los $1,086 billones de 2025, un salto del 31,5%. Este ritmo supera la variación que tendrán los ingresos, lo que profundiza la presión sobre la administración provincial. El informe añade que esta tendencia responde a recomposiciones salariales acordadas durante 2024 y 2025, además de una estructura estatal que no registra reducción de cargos.

El sistema previsional provincial vuelve a ocupar un lugar central en el deterioro fiscal. La Caja de Previsión Social presenta una erogación prevista de $782.287 millones, mientras que los aportes y contribuciones proyectados ascienden a $631.057 millones, lo que genera una brecha superior a $151.000 millones que deberá cubrir el Tesoro. Según el análisis oficial, el salto previsional para 2026 llega al 49%, una variación que supera ampliamente la evolución de los ingresos.

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El proyecto también aborda la dinámica de regalías, que aportan recursos importantes pero insuficientes para compensar el gasto rígido. Para 2026 se prevén $496.161 millones en regalías totales, con $361.538 millones provenientes del sector hidrocarburífero y $134.623 millones vinculados a la minería. Las estimaciones se basan en un Brent promedio de USD 62 y en el valor internacional del oro, que supera los USD 4.000 la onza. Aun con estos valores, la mejora no corrige el desequilibrio fiscal.

La coparticipación municipal también aparece en el informe. El Ministerio de Economía proyecta $265.890 millones para las localidades provinciales, lo que representa un alza nominal del 19,2% respecto del cierre estimado de 2025. En el caso de la coparticipación secundaria de impuestos nacionales, las transferencias alcanzarán los $102.757 millones, con un aumento del 21% anual.

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Sobre el endeudamiento, el proyecto establece una necesidad financiera de $356.812 millones, equivalente al 12,3% de los ingresos corrientes. El documento aclara que, aun con ese monto, la provincia permanecería por debajo del límite del 15% fijado por el Régimen de Responsabilidad Fiscal. El Ejecutivo podría recurrir a Letras o a Obligaciones Negociables según el contexto nacional.

La comparación entre ambos ejercicios expone la transformación del panorama fiscal. Mientras que en 2025 el déficit aprobado era de $27.697 millones, el salto hacia 2026 muestra un deterioro acelerado asociado casi por completo al gasto salarial y previsional, que absorben cerca del 77% de los ingresos corrientes de libre disponibilidad. El margen para obras públicas, inversiones y programas estratégicos queda fuertemente limitado.

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El análisis final del proyecto señala que la provincia ingresa en un año fiscal más complejo que el anterior, con una estructura de gasto inflexible y una dependencia creciente de endeudamiento y reasignaciones internas. La administración provincial anticipa que la sostenibilidad de las cuentas dependerá de la evolución del sistema previsional y del comportamiento de ingresos nacionales y por regalías, dos variables atravesadas por un contexto macroeconómico incierto.

Fuente: La Opinión Austral