Madryn arma una mesa por residuos portuarios y avanza el “Puerto Azul”

La Administración Portuaria de Puerto Madryn (APPM) reunió a sectores públicos y privados en un encuentro orientado a consolidar un convenio de articulación para optimizar la gestión de residuos portuarios. La reunión se realizó en las oficinas del puerto y dejó un objetivo inmediato: armar una agenda de trabajo para 2026, alineada con la normativa nacional, pero ajustada a la logística real del muelle madrynense.

En ese marco, Joaquín Aristarain, representante de la APPM, informó que el puerto transita la segunda etapa del proceso para obtener la certificación de “Puerto Azul”, un sello que busca ordenar prácticas y elevar estándares ambientales en el sistema portuario. En su intervención planteó que el enfoque debe ampliarse más allá de la pesca: “No podemos limitarnos solo a la actividad pesquera; es fundamental incluir los residuos generados por buques mercantes, embarcaciones turísticas y otras flotas”, expresó.

Aristarain también remarcó la necesidad de sumar a sindicatos y de diseñar mecanismos financieros que contemplen a todos los actores que operan en el puerto, con el fin de sostener un esquema estable y no depender de soluciones parciales o coyunturales.

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La mesa técnica contó con presencia de la Secretaría de Ecología y Protección Ambiental, la Cámara Argentina de la Industria Pesquera (CAPIP), el consorcio GIRSU y el Observatorio del Sistema Pesquero Argentino (OSPA). En la discusión, el punto que apareció como eje fue la trazabilidad: identificar con precisión quién genera cada residuo, qué tratamiento requiere y cómo se asegura su recorrido dentro del circuito, desde el barco hasta su disposición o tratamiento final.

En esa línea, Diego Taboada, del ICB, puso a disposición informes técnicos elaborados por el Foro para la Conservación del Mar Patagónico y Áreas de influencia, con el objetivo de aportar datos para decisiones operativas y para definir criterios de control y seguimiento.

El debate también aterrizó en la infraestructura disponible. Allí surgió preocupación por las limitaciones que implica contar con un único contenedor de acopio para el depósito de materiales. La respuesta técnica llegó desde GIRSU. Gustavo Díaz de Quintana, gerente operativo del consorcio, explicó que el punto decisivo no es cuántos contenedores hay, sino cómo se carga el sistema desde el inicio: “Aunque el contenedor de acopio sea único, lo esencial es que los residuos lleguen separados correctamente desde el origen, al menos en la distinción entre seco y húmedo”, indicó.

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Esa separación en origen, marcaron, es la que permite después procesar y tratar los materiales en plantas, reducir contaminación cruzada y sostener un esquema de trabajo más eficiente, sobre todo en un puerto con movimiento diverso, donde conviven pesca, carga, turismo y servicios.

Como cierre, los participantes coincidieron en que la estrategia necesita sumar a quienes tienen control operativo y administrativo en el agua. Por eso se definió convocar formalmente a Prefectura Naval Argentina y a las Agencias Marítimas para integrarse a los próximos encuentros y completar la mesa con los actores que intervienen en controles, autorizaciones y dinámica diaria de buques.

La jornada terminó con un compromiso concreto: sostener la mesa interinstitucional activa y avanzar hacia un convenio que ordene procedimientos, responsabilidades y financiamiento, con la meta de que Puerto Madryn consolide un perfil portuario que combine actividad económica con conservación ambiental.