INTERNET DAY: EL SECTOR PIDIÓ BAJAR LA CARGA IMPOSITIVA

El gobierno anticipó cambios en el servicio universal. El sector de acceso a Internet soporta una carga tributaria de 41,5 por ciento en promedio.

Actualidad 16 de mayo de 2024 Sergio Bustos Sergio Bustos
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El gobierno impone alta carga impositiva.

Entre regulaciones, carga impositiva y un replanteo del Fondo del Servicio Universal (FSU), fueron los ejes que el Gobierno argentino por un lado, y el sector de las telecomunicaciones por el otro, expusieron en la inauguración del Internet Day, el primer encuentro anual de la industria, en el que funcionarios y empresarios parecen estar buscando el punto en común que permita desarrollar a un sector que viene con diversos tipos de retrasos.

A cinco meses de la asunción de un nuevo gobierno en la Argentina, desde la Cámara Argentina de Internet (Cabase), organizadora de este encuentro, dejaron expresada la expectativa para que las decisiones que tome la actual gestión permita que hayan inversiones y que se pueda concretar la universalización del acceso en el país. De ahí que este encuentro lleve el lema “Conectividad para una nueva Argentina”.

Ariel Graizer, presidente de Cabase, abogó porque se bajen las barreras burocráticas e impositivas. El sector de acceso a Internet soporta una carga tributaria de 41,5 por ciento en promedio, y varía entre el 38,6 por ciento y el 44,5 por ciento según el tamaño de la empresa, el modelo de prestación del servicio, la estructura de costos y la localización geográfica. 

Los datos surgieron de un informe realizado por el Centro de Estudios en Finanzas Públicas de la Universidad Nacional de La Plata (CEFIP-UNLP), del que surge que más del 40 por ciento de lo que paga un usuario por su servicio de internet son impuestos y tasas. Se subrayó, a su vez, que de manera general los impuestos y tasas nacionales explican entre el 72 por ciento y el 89 por ciento de los tributos que recaen sobre el sector. Los tributos provinciales representan entre un 11 por ciento y un 14 por ciento mientras que los municipales lo hacen entre un dos por ciento y un 16 por ciento.

Graizer planteó la necesidad de bajar las trabas impositivas en el mismo nivel en que necesitan bajarse las burocráticas. “Y que la macro se acomode para que podamos llevar Internet a todos los rincones, para que no haya argentinos sin conectividad y logremos el objetivo de esta cámara que es la universalización de Internet”, apuntó.

Aseguró que tiene expectativa de la gestión, en tanto se materialicen las propuestas anunciadas durante la campaña electoral en materia de política de comunicaciones. “La universalidad del acceso sólo se alcanzará con el fomento de la inversión privada, y sobre todo el desarrollo de los pequeños operadores, que llegan a los rincones más alejados del territorio nacional, al que hay que servir igual que en las grandes ciudades”, dijo Graizer.

“Venimos a construir una agenda de temas, para apostar al crecimiento de la infraestructura y los servicios para los ciudadanos. La sociedad pidió y apostó a un cambio. Nuestra cámara se suma y está dispuesta a responder a los cambios necesarios que requieren reglas para poder invertir. “Estamos dispuestos a invertir”, subrayó el directivo.

Aplaudió la derogación del 690, hecho que también tuvo eco en el auditorio que se colmó con el grueso de los protagonistas del sector de las telecomunicaciones y la economía del conocimiento de la Argentina, y sostuvo la disposición a colaborar con las autoridades para lograr una política que, otra vez, promueva el desarrollo de las telecomunicaciones en el país.

“Mirar hacia adelante nos va permitir construir la infraestructura que nos va habilitar para dar a los usuarios los mejores servicios a los mejores precios como sucede en los países desarrollados. Somos una industria de industrias, la infraestructura digital que el país necesita y que los usuarios requieren”, apuntó.

Luego fue el turno de Alejandro Cosentino, secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología de la Argentina, la cartera sobre la cual dependen tanto la Subsecretaría de Conectividad y Telecomunicaciones, a cargo de Héctor Huici, y la intervención del Enacom, hoy comandada por Juan Martín Ozores, al igual que la Subsecretaría de Economía del Conocimiento, que conduce Santiago Pordelanne.

Cosentino recordó sus inicios en el sector, cuando participó del inicio de Starmedia, un ISP que en el inicio del milenio, comenzó a ofrecer Internet gratis, como modo de promover el desarrollo de esta tecnología de comunicaciones. Y señaló que, cuando comenzó a trabajar con el sector, lo primero que se le preguntó fue cuáles eran “los puntos de dolor para trazar el programa de gobierno. Fue contundente la derogación del 690. Lo segundo era la macro, que era apremiante por la imposibilidad de importar equipos, y lo tercero fue la burocracia, los aspectos regulatorios”.

Aseveró que “crear las condiciones no es intervenir en el negocio, sino que hay aspectos para desarrollar”, y se refirió a los temas resueltos en los últimos tres meses, relativos a la conectividad satelital, con la habilitación para que puedan operar los satélites no geoestacionarios primero, y los geoestacionarios, esta semana. “Eso que parece sencillo fue un procedimiento extremadamente burocrático”, indicó, sobre las tareas que debieron realizarse en su área para poder habilitar los “cielos abiertos”. Lo expuso como referencia de un sector que necesita que le quiten el pie encima para crecer.

“Queremos una regulación moderna que les dé las herramientas para competir. La mejor ayuda que van a tener son reglas claras -siguió Cosentino-; sabemos que hay compañías de distinto tamaño y también estamos viendo que la colaboración tiene un lugar para que las empresas más pequeñas puedan dar servicios a clientes”.

Otro de los puntos de dolor que le manifestó el sector al secretario fueron las quejas en torno al FSU. Consideró que en ese fondo “se generaban muchas injusticias. El decreto (en relación a una de las normas emitidas por el Ejecutivo para liberar su funcionamiento) le da una gestión distinta a los fondos fiduciarios. Estamos estudiando para reconvertirlo en un elemento para que esta industria tenga una financiación específica, que se generen préstamos para que las compañías puedan usarlo sin discrecionalidad”, enfatizó.

Cosentino sostuvo que la intención es “finalizar el período con una baja de la presión tributaria de más de 10 puntos y con esta masa creemos que el mercado va a poder operar. Tenemos total confianza en esta industria. La transformación que logra esta industria en el país es enorme”, insistió. Y se mostró expectante en que, a partir de las medidas y de los logros que se obtendrán a partir de la expansión de la conectividad, el producto bruto de la Argentina va a crecer de manera exponencial.

Este primer encuentro de la industria reunió a los principales actores del sector, tanto los grandes como los pequeños. El intercambio expresado en público parece estar cruzado por una buena expectativa de ambas partes en donde, cada una por su lado y en conjunto, tendrán que hacer su trabajo si quieren verla cumplida.

   

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