
El Papa pidió a los gobiernos reducir desigualdades y proteger la dignidad humana
Actualidad21/06/2025


“Una buena acción política puede contribuir a la paz”, afirmó el papa León XIV al recibir a parlamentarios de más de 60 países en el Vaticano. La frase resonó con fuerza en el Aula de las Bendiciones durante el Jubileo de los Gobernantes, donde el Pontífice compartió un mensaje de fuerte contenido social.

El Papa advirtió sobre el desequilibrio entre la riqueza de unos pocos y la pobreza de millones. Señaló que “la política sana, al promover una distribución equitativa de los recursos, puede ofrecer un servicio eficaz a la armonía y a la paz, tanto a nivel nacional como internacional”.
OTRAS NOTICIAS:
Durante el encuentro, León XIV sostuvo que la política, cuando se practica con justicia y en favor del bien común, “se convierte en una de las formas más altas de caridad”. Además, enfatizó la responsabilidad de quienes ocupan cargos públicos de trabajar por los más vulnerables.
“Hay una inaceptable desproporción entre la inmensa riqueza concentrada en manos de unos pocos y la pobreza de tantas personas en el mundo”, advirtió el Pontífice. Esta realidad, dijo, genera injusticias que derivan en violencia y guerras. Para el Papa, las voces de los más pobres no están siendo escuchadas.
OTRAS NOTICIAS:
En otro tramo de su discurso, reivindicó la libertad religiosa y el diálogo entre creencias como valores esenciales. Afirmó que “la vida política puede contribuir mucho fomentando condiciones de auténtica libertad religiosa” y favorecer la convivencia mediante el respeto entre distintas comunidades.
León XIV remarcó que la fe puede ser fuente de verdad y de bien para la vida pública, siempre que no se imponga, sino que promueva puntos de encuentro. En ese sentido, propuso tomar como referencia común la ley natural, entendida como un criterio universal y anterior a toda legislación escrita.
OTRAS NOTICIAS:
También destacó la Declaración Universal de los Derechos Humanos como un patrimonio de toda la humanidad, válido para orientar decisiones éticas y políticas. El Papa instó a los parlamentarios a legislar con responsabilidad, especialmente en temas que afectan a la vida personal y la privacidad.
Antes de concluir, dedicó un extenso pasaje a la inteligencia artificial, a la que definió como “una herramienta útil, pero que no debe sustituir a las personas”. Recalcó que “el uso de estas tecnologías debe cuidar la dignidad humana y preservar las libertades fundamentales”, sobre todo por el impacto que pueden tener en las generaciones más jóvenes.









