1 MILLÓN DE PESOS PARA NO CAER EN LA POBREZA

El INDEC informó que el valor de la Canasta Básica Total alcanzó los $964.620. Además, el costo para no caer en la indigencia fue de $428.720.

ActualidadEl juevesREDACCIÓNREDACCIÓN
Inflación
Una familia tipo necesitó casi $1 millón para no caer en la pobreza.

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó este jueves que una familia tipo, de cuatro integrantes, necesitó $964.619 en septiembre para no ser considerada pobre. Este valor corresponde a la Canasta Básica Total (CBT), que incluye alimentos, bienes y servicios esenciales.

La CBT tuvo un aumento del 2,6% respecto a agosto, acumulando un incremento interanual del 202%. En lo que va de 2024, la suba acumulada alcanza el 94,6%, reflejando el impacto de la inflación en el costo de vida de los argentinos.

Por otro lado, el INDEC detalló el costo de la Canasta Básica Alimentaria (CBA), que determina el umbral de indigencia. En septiembre, este valor se ubicó en $428.720, con una suba del 1,7% respecto al mes anterior. Comparada con el mismo mes del año anterior, la CBA subió un 189,9%.

Estos datos significan que una familia necesitó más de $428.000 solo para cubrir sus necesidades alimentarias básicas y evitar caer en la indigencia. Este incremento afecta especialmente a los sectores más vulnerables, donde la inflación golpea con más fuerza.

Canasta Básica

Además, el informe del INDEC proporcionó ejemplos de otros tipos de hogares. Una familia de tres personas, conformada por una mujer de 35 años, su hijo de 18 y su madre de 61, requirió ingresos de $767.950 para no caer en la pobreza. Para evitar la indigencia, necesitaron un mínimo de $341.311.

Para los hogares más grandes, la situación es aún más complicada. Una familia de cinco personas, con tres hijos menores, necesitó más de un millón de pesos ($1.014.568) para superar el umbral de la pobreza. El costo para no ser indigentes en este caso fue de $450.919.

Este escenario refleja un panorama económico complicado, donde el poder adquisitivo de los salarios sigue perdiendo terreno frente a la inflación. Según los expertos, las familias de ingresos medios y bajos son las más afectadas, enfrentando serias dificultades para cubrir sus gastos básicos.

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El incremento en los costos de la canasta básica también genera una mayor desigualdad, acentuando las diferencias económicas entre distintos sectores de la sociedad. Cada vez más hogares se ven obligados a realizar ajustes drásticos en su estilo de vida para poder afrontar los gastos diarios.

A pesar de estos aumentos, no se vislumbran medidas inmediatas que logren frenar el alza en los costos de vida. Los analistas prevén que la inflación continúe su ritmo ascendente en lo que queda del año, lo que podría empeorar la situación de muchas familias.

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El Gobierno deberá afrontar el desafío de implementar políticas que alivien la presión económica sobre la población, especialmente en un contexto donde los ingresos no logran acompañar el alza en los precios de los productos básicos.

   

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