VINO ARGENTINO: BAJA NOTORIAMENTE EL CONSUMO INTERNO

Mientras los vinos nacionales ganan prestigio mundial, las ventas locales caen. El vino argentino vive una realidad dual, baja el blanco y sube el tinto.

Actualidad31/01/2025Sergio BustosSergio Bustos
vino exporta
La situación vitivinicola fluctua.

Las exportaciones crecen, pero el consumo interno muestra una baja del 1,2% en 2024. El dato surge del informe del Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV).

En diciembre, la caída en el mercado interno fue del 2,6%. El vino blanco sufrió la mayor baja, con un 14,1% menos en comparación interanual. El vino tinto, en cambio, creció un 2,4%.

En total, se comercializaron 765.971.400 litros de vino en Argentina. Esto representa 9 millones de litros menos que en 2023, marcando una tendencia de consumo a la baja.

El informe del INV reveló que en los últimos cuatro meses de 2024 hubo caídas consecutivas en las ventas. "El consumo de vino se redefine en tiempos de crisis y ajuste", explicaron desde el sector.

El menor poder adquisitivo impactó en las categorías más costosas. Los vinos varietales cayeron un 9,1% y los espumosos un 3%. En contraste, los vinos sin mención varietal crecieron 0,1%.

Los envases también reflejan la nueva tendencia. El tetrabrik aumentó su participación con un crecimiento del 8,4%, mientras que la botella cayó un 6,7%. La damajuana y la lata también registraron bajas significativas.

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En el acumulado del año, los vinos sin mención varietal tuvieron un leve aumento del 0,12%. El consumo de espumosos cayó un 25,4%, mientras que los "otros vinos" descendieron un 8,8%.

El comportamiento del consumidor muestra una preferencia por opciones más accesibles. En la comparación anual, los vinos de mayor precio son los más afectados.

El consumo de vino depende de la capacidad de compra de los argentinos. "A medida que los salarios se recuperen, es posible que haya una leve mejora en las ventas", indicaron analistas del sector.

Los productores nacionales siguen apostando por la exportación. En el mercado internacional, los vinos argentinos mantienen una fuerte demanda y consolidan su prestigio.

El vino argentino ha logrado premios y reconocimientos internacionales. "El prestigio mundial del vino nacional impulsa las ventas en el exterior", destacaron desde la industria.

Las bodegas buscan sostener su rentabilidad a través de las exportaciones. El crecimiento en el mercado externo compensa, en parte, la caída del consumo interno.

La Patagonia se posiciona como una de las regiones más valoradas. Los vinos de esta zona han obtenido destacadas menciones en concursos internacionales.

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El gobierno nacional apoya la industria vitivinícola con programas de promoción en el exterior. La búsqueda de nuevos mercados es clave para mantener el crecimiento de las exportaciones.

El mercado interno sigue siendo un desafío para la industria. "El vino no es un producto de primera necesidad y su consumo varía según el contexto económico", explicaron especialistas.

Las bodegas han implementado estrategias para adaptarse a la caída del consumo. Algunas han lanzado líneas más económicas para captar la demanda local.

El INV sigue de cerca la evolución del mercado. El monitoreo de ventas y producción permite anticipar tendencias y ajustar políticas sectoriales.

Las expectativas para 2025 dependen de la recuperación del poder adquisitivo. Una mejora en la economía podría impulsar nuevamente el consumo interno de vino.

La industria vitivinícola enfrenta un escenario mixto. "El crecimiento de las exportaciones es positivo, pero preocupa la caída del consumo local", señalaron desde el sector.

Las promociones y descuentos buscan incentivar las ventas. Muchas bodegas han recurrido a estrategias comerciales para mejorar su presencia en el mercado interno.

Las provincias productoras analizan medidas para fortalecer la comercialización. El objetivo es sostener el empleo y la producción en la industria vitivinícola.

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El vino argentino sigue siendo un emblema nacional. "Es un producto con identidad propia y una historia que lo respalda", afirmaron representantes del sector.

La diversificación de mercados es clave para el futuro de la vitivinicultura. Argentina necesita consolidar sus exportaciones sin descuidar el consumo interno.

Los consumidores argentinos siguen eligiendo el vino como parte de su cultura. A pesar de la crisis, la bebida sigue teniendo un lugar en la mesa de los hogares.

Las bodegas seguirán apostando a la calidad y la innovación. La búsqueda de nuevos perfiles de consumidores será determinante en los próximos años.

El balance de 2024 deja un panorama con luces y sombras. La industria crece en el exterior, pero enfrenta desafíos en el mercado local.

   

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