

SUBE EL CONSUMO DE CARNE A PESAR DE LOS PRECIOS EN ALZA
El consumo creció más de un 13% en el primer bimestre del año, incluso con la baja en la producción y fuertes subas en los precios minoristas.
Actualidad24/03/2025

El consumo de carne vacuna aumentó 13,1% entre enero y febrero con relación al mismo periodo de 2024, según CICCRA. En total, se consumieron 392,7 mil toneladas res con hueso, es decir, 45,5 mil toneladas más que un año atrás. Este crecimiento contrasta con una producción que se redujo 1,7% en el mismo lapso.
La industria marcó una caída en la oferta, que bajó 8,5 mil toneladas respecto a 2024. Esa merma no impidió que la demanda se mantuviera firme, en medio de un contexto de inflación y precios en alza. Los consumidores sostuvieron sus hábitos a pesar del encarecimiento del producto.
El consumo per cápita sigue en niveles históricamente bajos y cerró febrero en 48,8 kilos anuales. Aunque mejoró en relación a enero, se mantuvo 5,4% por debajo del registro interanual. El dato evidencia una mejora reciente pero sin recuperar los valores previos a la crisis.
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La carne vacuna sigue siendo un producto esencial en la mesa argentina, aun con precios que impactan el bolsillo. “La suba de precios interrumpió el proceso de desaceleración inflacionaria”, explicó el informe de CICCRA. En febrero, el rubro carnes subió 7,6%, empujando 0,6% del total del IPC mensual en el Gran Buenos Aires.
El impacto más fuerte se produjo por aumentos que comenzaron en la última semana de enero. Por esta razón, el salto de precios recién se reflejó con intensidad en los indicadores de febrero. Los cortes más demandados fueron los que más se encarecieron, afectando a consumidores de todos los niveles.
Entre enero y febrero, la nalga subió 13,6% y encabezó la lista de aumentos. Le siguieron el cuadril (13,1%), la paleta (12,6%) y la carne picada común (11,3%). El pollo, en comparación, solo aumentó 0,4%, ganando terreno entre los sectores más afectados por la inflación.
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A pesar del alza generalizada, los precios interanuales mostraron una desaceleración al ubicarse en 68,6%. El comportamiento de carnes y derivados sigue la tendencia del rubro alimentos y bebidas, que acumula once meses consecutivos de menor variación. Este freno en el ritmo de aumento no fue suficiente para aliviar el impacto en el bolsillo.



