

Boom de créditos hipotecarios: en cuatro meses se superó todo lo otorgado en 2024
Actualidad27/05/2025

La recuperación del crédito para vivienda marcó un récord entre enero y abril, con cifras que no se veían desde 2018. Se desembolsaron más de u$s895 millones en préstamos, superando todo lo otorgado en el año anterior. El fenómeno se sostiene en la estabilidad macroeconómica, la baja del dólar y las tasas competitivas.


Según la Fundación Tejido Urbano, el nuevo ciclo hipotecario duplica lo registrado entre 2020 y 2023. Con 23.000 créditos otorgados en el primer cuatrimestre, el sistema bancario vuelve a financiar vivienda. Las líneas UVA regresaron con fuerza tras años de inactividad y restricciones cambiarias.
Más del 50% de los préstamos se concentran en la Ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe. Los solicitantes tienen entre 30 y 45 años, empleo formal y buscan su primera propiedad. “El crédito volvió como respuesta a una demanda contenida”, explicó Federico González Rouco.
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El 85% de los beneficiarios tiene cuenta sueldo o relación de dependencia. Los sectores informales aún quedan excluidos de esta etapa de expansión crediticia. “Todavía no se logró incluir a los niveles más bajos de la pirámide”, señaló Fernando Álvarez de Celis.
Los créditos se destinan, en su mayoría, a viviendas usadas y construidas. La falta de oferta de unidades nuevas aptas para crédito limita la diversificación. El préstamo promedio ronda los u$s70.000, con propiedades que se ubican cerca de los u$s100.000.
El Banco Nación lidera el ranking por volumen otorgado, seguido por Banco Galicia y Banco Ciudad. También tienen participación destacada bancos provinciales como el de Córdoba, Santa Fe y Rosario. Las tasas más bajas se ubican en torno al 4,5% más UVA.
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Vanesa Ibarra, del sector inmobiliario, resaltó que “la salida del cepo y la baja del dólar oficial reactivaron operaciones”. La estabilización generó confianza en compradores y vendedores. “Muchas familias volvieron a proyectar la compra de su vivienda”, aseguró.
Los préstamos cubren entre el 75% y el 80% del valor de la propiedad. El comprador debe contemplar entre un 5% y un 7% adicional para gastos de escritura, comisiones y seguros. El proceso completo puede demorar hasta 90 días.
El perfil de los tomadores es casi idéntico al del bienio 2017–2018. Jóvenes en busca de su primera casa, con ingresos formales y expectativas de mejora. El crédito no se usa para inversión, sino para vivienda permanente o ampliación.
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Los precios de las propiedades no se dispararon, pero se advierte una leve presión alcista. “Por ahora son subas puntuales”, indicó Ibarra, aunque alertó sobre el riesgo de una escalada sostenida. Eso podría alterar la relación cuota-ingreso y limitar el acceso a nuevas familias.
Las condiciones macroeconómicas fueron determinantes para el repunte. La baja inflación, el fin del cepo y un dólar más estable mejoraron el costo financiero. El tipo de cambio oficial reemplazó al MEP como referencia, con un impacto positivo en las cuotas.
Los especialistas advierten que el contexto aún es frágil. Subas en tasas o tensiones cambiarias podrían ralentizar la expansión. “Algunos bancos ya ajustaron condiciones ante una demanda que empezó a moderarse”, afirmó González Rouco.
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La sostenibilidad del crecimiento depende de la capacidad de fondeo del sistema financiero. También del diseño de líneas que incluyan a sectores no bancarizados. “Hay una gran oportunidad, pero requiere planificación”, advirtió Álvarez de Celis.
El dato más significativo es que el mercado superó en solo cuatro meses todo lo otorgado en 2024. El crédito hipotecario recupera terreno en una economía que empieza a mostrar señales de normalización. Abril fue el mejor mes en volumen y aprobaciones, según los registros.
La nueva etapa está marcada por una combinación de prudencia, demanda insatisfecha y tasas atractivas. Los bancos compiten por un segmento que se había alejado del sistema durante años. El crédito para vivienda vuelve a ser una opción para la clase media formal.
Fuente: Ámbito.











