
Los feriados de junio movieron 2,16 millones de turistas, pero el gasto cayó y la estadía se acortó
Turismo22/06/2025


Con apenas siete días de diferencia, los dos feriados de junio volvieron a funcionar como un termómetro del turismo interno argentino, aunque con señales contrapuestas que reflejan la complejidad del momento económico. Según el relevamiento que la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) realiza desde hace catorce años, entre el fin de semana largo del 14 al 17 de junio —que conmemoró la Inmortalidad de Martín Miguel de Güemes— y el del 20 al 22, por el Día de la Bandera, se movilizaron 2.162.750 turistas en todo el país, quienes generaron un movimiento económico directo de $ 412.372 millones en rubros como alojamiento, gastronomía, transporte, recreación y compras.

La cifra impresiona, pero, medida en precios constantes, implica una caída real del 27,9 % respecto de los mismos feriados del año pasado, cuando la cantidad de días no laborables había sido mayor (siete contra seis) y el bolsillo estaba algo menos tensionado por la inflación.
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El primer dato que encendió luces amarillas fue la merma del 16,6 % en la cantidad de viajeros frente a 2024. La explicación no se limita al día feriado de diferencia: detrás aparece un turista más austero, que recorta en recreación, compras y, sobre todo, noches de estadía.
La estadía promedio cayó a 2,2 noches, lejos de las 2,9 del año previo. Esa reducción del pernocte golpea la facturación global de hoteles y restaurantes, que ven cómo el gasto por persona se reparte en menos jornadas y, muchas veces, se concentra en servicios esenciales. Aun así, la adhesión al turismo interno se mantiene sólida y confirma el valor de los fines de semana largos como herramienta para sostener economías regionales en temporada baja.
A lo largo de ambos fines de semana, las 24 provincias desplegaron agendas intensas que combinaron celebraciones patrias, festivales masivos y propuestas gastronómicas o naturales para todos los gustos. El turismo de cercanía —escapadas de no más de 300 kilómetros— mostró buen desempeño, respaldado por costos de traslado más accesibles.
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Hubo picos de ocupación en destinos con eventos convocantes, como la Fiesta Nacional de la Noche Más Larga en Ushuaia, el regreso del Turismo Carretera a Misiones y circuitos de turismo rural en la provincia de Buenos Aires. Las postales de Lobos, con su oferta de campo y tradiciones, o el geoturismo incipiente del Alto Neuquén, revelan la creatividad provincial por mantenerse en la vidriera.
El balance del primer semestre de 2025 permite mirar el impacto acumulado de los fines de semana XL: ocho millones ochocientos mil viajeros se desplazaron por el país en los cinco feriados extendidos celebrados hasta ahora, dejando un gasto estimado de $ 2,103 billones —unos US$ 1.821 millones al tipo de cambio “tarjeta”—. El flujo dinamizó cadenas de valor que van mucho más allá del sector hotelero: artesanos, productores regionales, transporte de media distancia, guías, agencias y comercios barriales encontraron en estas fechas un salvavidas para atravesar los meses de menor demanda.
No obstante, los números de CAME muestran que la dinámica está lejos de ser homogénea. El ajuste del consumo se hizo sentir con fuerza en plazas que dependen del gasto recreativo o de las compras, donde los visitantes priorizaron paseos gratuitos y comidas más austeras. La contracara positiva es que el turista argentino sigue eligiendo viajar, aunque lo haga con la calculadora en mano y privilegiando experiencias vinculadas a la naturaleza o actividades gratuitas promovidas por la Secretaría de Cultura de la Nación, que organizó ciclos de cine, conciertos y visitas guiadas en museos de CABA, Córdoba, Salta, Jujuy y San Juan para sumar atractivo sin costo extra.
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En el plano internacional, Argentina mantiene su lugar protagónico como principal emisora de turistas hacia Brasil, con un crecimiento de casi 97 % interanual durante los primeros cinco meses del año, según datos de EMBRATUR. Mientras tanto, la Ciudad de Buenos Aires volvió a liderar el ranking americano de turismo MICE —reuniones y congresos— y se ubicó 18ª a nivel mundial con 91 eventos homologados por ICCA, lo que confirma la diversificación de nichos turísticos que sostienen la actividad.
El desafío inmediato para el sector pasa por estimular el gasto sin desalentar la decisión de viajar. Con la inflación todavía en niveles altos, los prestadores afinan promociones, financiamiento y propuestas de valor agregado que justifiquen prolongar la estadía. En paralelo, las provincias avanzan en productos diferenciados, como el inventario de 116 geositios en Neuquén que allana el camino al geoturismo, o el impulso de rutas gastronómicas y festivales identitarios que, a costo razonable, suman atractivo y derrame económico.
Así, los feriados de junio dejaron un sabor agridulce: confirmaron la disposición de los argentinos a seguir recorriendo el país, pero también evidenciaron una modalidad de viaje más contenida, de corta duración y gasto calculado. Aun con menos días y menos plata, el turismo interno volvió a ser un motor de las economías regionales en el arranque del invierno. De cara al próximo semestre, la clave será sostener esa corriente viajera con propuestas innovadoras que convenzan al visitante de quedarse un día más, gastar un poco más y, sobre todo, regresar.
Fuente: CAME








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