
Sierra de la Ventana y Puán amanecieron cubiertas de nieve y sorprendieron al sur bonaerense
Turismo22/06/2025


El invierno llegó con toda su fuerza al sur de la provincia de Buenos Aires y regaló una imagen inusual: durante la madrugada del domingo, la nieve cubrió Sierra de la Ventana, Villa Ventana, el Parque Provincial Ernesto Tornquist y la vecina localidad de Puán, dejando cerros, caminos y tejados bajo un manto blanco que despertó la sorpresa de residentes y visitantes.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había advertido el ingreso de una ola polar con bajas temperaturas y humedad suficiente para que el cordón serrano bonaerense —que solo cada tanto se viste de invierno patagónico— volviera a protagonizar una escena típicamente andina.
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Desde las primeras horas del día, cuando las mínimas perforaban el umbral de los cero grados, los copos empezaron a caer de manera persistente. Para las siete de la mañana, el sector alto de Sierra de la Ventana presentaba más de cinco centímetros de acumulación en pastizales y rocas, mientras los accesos al Parque Tornquist exigían precaución por la nieve sobre la cinta asfáltica. La postal se completaba con el viento que azotaba a Puán, a unos cien kilómetros, donde la nevada se combinó con ráfagas que pintaron de blanco los árboles y obligaron a resguardarse del frío.
La última nevada significativa en la zona serrana se remonta a varios inviernos atrás, lo que amplificó la expectativa de vecinos y turistas que, celulares en mano, capturaron cada detalle para compartirlo en redes sociales. Las fotos y videos de los cerros Ventana, Bahía Blanca y Tres Picos, cubiertos de nieve, se viralizaron en cuestión de horas, convirtiendo la noticia en tendencia y atrayendo a curiosos que decidieron viajar para contemplar el fenómeno de cerca.
El SMN explicó que la nevada fue consecuencia directa de la masa de aire polar que, desde el viernes, se desplaza sobre gran parte del país, potenciando lluvias aisladas y hasta aguanieve en áreas del centro y el litoral. La humedad residual y el marcado descenso térmico generaron las condiciones ideales para que la precipitación se convirtiera en copos sobre el relieve bonaerense. Para los serranos, acostumbrados a inviernos fríos pero secos, la jornada dominical se convirtió en un evento meteorológico digno de foto familiar.
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Además del espectáculo natural, la nieve implicó ciertas restricciones y advertencias viales. Los accesos a sectores elevados del Parque Tornquist y rutas internas de Villa Ventana debieron señalizarse con carteles de precaución, mientras que los organismos de defensa civil pidieron circular con neumáticos adecuados y, de ser posible, posponer desplazamientos hasta que mejoren las condiciones. La alerta amarilla por vientos, emitida por el SMN para todo el territorio bonaerense, se mantendrá hasta el lunes, con ráfagas que podrían superar los 70 km/h en la franja sur, un factor que incrementa la sensación térmica y favorece la formación de hielo sobre calzadas.
La postal blanca también impactó en la microeconomía turística local. Cabañas, restaurantes y guías de trekking registraron un repunte de consultas de último momento, especialmente desde Bahía Blanca y el conurbano sur, donde el fenómeno generó un atractivo añadido para escapar del fin de semana largo. Los prestadores destacaron que, además del ski improvisado sobre laderas suaves, muchos visitantes aprovecharon para degustar productos regionales en torno a fogones y salamandras, combinando la experiencia gastronómica con la contemplación del paisaje nevado.
Sobre el mediodía, la intensidad de la precipitación bajó, pero el cielo permaneció encapotado y la nieve se mantuvo firme en zonas de sombra, extendiendo la vigencia de la escena invernal. Pronósticos locales prevén nuevas heladas matinales que podrían conservar la nieve en los puntos más altos hasta la mitad de la semana, en tanto que el SMN proyecta temperaturas mínimas cercanas a –2 °C y máximas que apenas rozarán los 5 °C.
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La excepcionalidad del evento reavivó la memoria colectiva sobre nevadas históricas, como aquella de 2007 que sorprendió al Área Metropolitana de Buenos Aires o los registros de comienzos de los ochenta que cubrieron de blanco parte del interior bonaerense. Aun así, los meteorólogos subrayan que la caída de nieve en la sierra no es imposible, sino esporádica, y depende de la combinación precisa entre humedad, temperatura y dinámica del viento.
Mientras tanto, los vecinos de Sierra de la Ventana y Puán aprovechan la nieve para juegos, caminatas y fotografías que alimentan la identidad serrana y la promocionan como destino de invierno, aunque sin las certezas de un calendario blanco estable. Para los más entusiastas, el episodio no es solo un regalo de la naturaleza, sino la confirmación de que el sur bonaerense también puede protagonizar un invierno “a la patagónica”, con la esperanza de que la postal se repita —aunque sea de vez en cuando— y siga sorprendiendo a propios y extraños.
Fuente: Infobae








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