

Donald Trump confirmó este miércoles que impondrá aranceles a productos provenientes de más de cien países, con énfasis en África y el Caribe. El presidente de Estados Unidos hizo el anuncio en la Base Conjunta Andrews, en Maryland, y anticipó que se tratará de un porcentaje fijo que superará el 10%. La medida será oficial a partir del 1° de agosto.


“Probablemente, estableceremos un arancel único para todos ellos”, afirmó Trump al ser consultado por periodistas. La declaración se conoció pocas horas después de haber cerrado un acuerdo comercial con Indonesia. Según detalló la agencia AP, el nuevo tributo afectará principalmente a naciones con economías más pequeñas y niveles de exportación moderados hacia el mercado norteamericano.
Mientras tanto, el acuerdo con Yakarta establece condiciones desiguales que benefician exclusivamente a Estados Unidos. Indonesia aceptó pagar un arancel del 19% para todos sus productos exportados, mientras que los bienes estadounidenses ingresarán a ese país sin tarifas ni restricciones. La noticia provocó inquietud entre analistas económicos por el precedente que marca para futuras negociaciones bilaterales.
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La medida forma parte de una estrategia más amplia de Trump que busca presionar a socios comerciales sin influencia en la balanza global. En los últimos días, el mandatario envió cartas a jefes de Estado de distintos continentes adelantando aumentos que irán del 20% al 50%. “Necesitamos proteger la producción nacional, incluso de los países que no lo esperaban”, señaló en su discurso.
El gobierno estadounidense no especificó aún la lista completa de los países afectados por el nuevo arancel general. Sin embargo, desde la Oficina del Representante de Comercio se anticipó que la mayoría corresponde a naciones de América Latina, África, el Caribe y algunos estados del sudeste asiático. Las cámaras de exportadores regionales ya expresaron preocupación por el impacto.
Los expertos en comercio internacional advierten que estas decisiones podrían generar represalias comerciales o bloqueos en organismos multilaterales. Aunque los países más pequeños suelen tener menos capacidad de reacción, algunos gobiernos ya evalúan recurrir a la OMC para denunciar prácticas abusivas. “No se puede rediseñar el comercio mundial con un tweet”, declaró un funcionario de la Unión Africana.
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Trump, por su parte, sigue defendiendo sus políticas con una retórica centrada en la industria interna y el empleo. Asegura que las tarifas buscan nivelar el campo de juego frente a prácticas que considera injustas. No obstante, sus medidas no distinguen entre socios estratégicos y pequeños exportadores con relaciones históricas estables.
En paralelo, la reacción en Wall Street fue moderada, aunque algunos sectores mostraron señales de cautela. Las acciones de empresas importadoras bajaron levemente, mientras que los títulos vinculados a proveedores internos registraron alzas marginales. “El impacto real se verá después de agosto”, opinó un analista financiero.
Fuente: NA.

















