Jóvenes y empleo en tiempos de IA: incertidumbre y nuevas habilidades en debate

La generación más joven enfrenta un panorama laboral lleno de incertidumbres y rechazos que golpean especialmente a los recién graduados. El fenómeno se refleja en encuestas globales y en experiencias cotidianas, donde la caída de ofertas para quienes buscan su primer empleo se combina con el avance de la inteligencia artificial en tareas de nivel inicial.

LinkedIn consultó en los últimos cinco años a casi medio millón de personas y el resultado es claro: los jóvenes son mucho más pesimistas que otros grupos de edad. El 41% de los profesionales asegura que el ritmo de cambios impulsados por la inteligencia artificial afecta su bienestar, mientras que un 63% de ejecutivos reconoce que parte de las tareas básicas serán absorbidas por la tecnología.

Aneesh Raman, director de oportunidades económicas de LinkedIn, advierte que “los recién graduados se enfrentan a una tormenta perfecta: incertidumbre macroeconómica y disrupción tecnológica”. Sin embargo, sostiene que este momento también abre oportunidades para quienes logren adaptarse a trayectorias profesionales más dinámicas, alejadas de los esquemas previsibles del pasado.

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El cambio impacta incluso en carreras antes vistas como seguras, como las Ciencias de la Computación. Según un análisis, hasta el 96% de las tareas de un ingeniero de software podrían ser realizadas en el futuro cercano por inteligencia artificial. Raman señala que “ahora los empleadores buscan, además de un título, habilidades complementarias en áreas como la filosofía o la ética, para pensar en las implicaciones de lo que se crea”.

Las historias personales reflejan la dificultad de este escenario. Jóvenes con maestrías envían cientos de currículums y acumulan rechazos, formando parte de lo que algunos expertos llaman “la generación del rechazo”. El acceso desigual a títulos universitarios y la falta de experiencia previa profundizan la brecha en un mercado laboral que ya no garantiza empleos de nivel inicial como en décadas anteriores.

El panorama también redefine qué experiencias laborales son valoradas. Trabajos en ventas minoristas, antes considerados secundarios, ahora ganan importancia porque permiten demostrar resiliencia, adaptabilidad y habilidades interpersonales. “Ser capaz de expresar articuladamente esas capacidades puede marcar la diferencia”, subraya Raman.

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Los datos de LinkedIn proyectan que para 2030 el 70% de los puestos promedio habrán cambiado, incluso para quienes permanezcan en la misma empresa. Aparecerán nuevos empleos que hoy no existen, del mismo modo que ocurrió con la figura del influencer o con la profesión de científico de datos.

La clave para los jóvenes radica en reconocerse como protagonistas de su propio recorrido. Raman aconseja “comprender cuáles son las curiosidades únicas y qué motiva a cada uno, para llegar a un lugar donde nadie te supere en ser vos mismo”. En un mercado en transición, la capacidad de mostrar energía y perspectivas nuevas puede ser tan valiosa como la formación académica.

El empleo juvenil atraviesa un cambio profundo, donde las certezas del pasado ya no existen y las nuevas oportunidades aún se están gestando. La combinación de automatización, incertidumbre económica y redefinición de habilidades configura un escenario desafiante que obliga a repensar cómo se construyen las carreras en la era de la inteligencia artificial.

Fuente: LA NACION.