"El presupuesto nacional aumenta jubilaciones, pensiones, universidades y salud por encima de la inflación"

El presidente Javier Milei presentó en cadena nacional el envío al Congreso del Presupuesto 2026 y definió la iniciativa como la ratificación de un rumbo que, según sus palabras, no tiene retorno. “El equilibrio fiscal no se negocia”, afirmó, al remarcar que el orden de las cuentas públicas es la condición indispensable para crecer y dejar atrás lo que describió como un ciclo de frustraciones y estancamiento que lleva décadas. El proyecto incluye un compromiso de superávit primario, topes al gasto y la prohibición de financiar al Tesoro con emisión monetaria.

Uno de los ejes más destacados fue el refuerzo de partidas en sectores sociales. Las universidades nacionales recibirán $4,8 billones en 2026, mientras que las jubilaciones tendrán un incremento real del 5% por encima de la inflación proyectada. El gasto en salud crecerá un 17% en términos reales y el de educación aumentará un 8%, según detalló el mandatario. También se resolvió que las pensiones por discapacidad se incrementen en un 5% real, tras las auditorías aplicadas en el área. Con estos números, Milei aseguró que “el 85% del presupuesto se destina a educación, salud y jubilaciones”, lo que definió como la prueba de que la prioridad de su gobierno es el capital humano.

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El proyecto fija, además, el menor nivel de gasto nacional en relación al PBI de los últimos 30 años. El Presidente enfatizó que, por primera vez desde la década del 90, el gasto de Nación quedará por debajo del gasto consolidado de las provincias. El texto incorpora una regla de estabilidad fiscal: en caso de que los ingresos caigan o los gastos se disparen más allá de lo previsto, el Ejecutivo deberá ajustar partidas para preservar el equilibrio.

Durante su mensaje, Milei recordó el recorrido económico de los últimos años y planteó que “lo peor ya pasó”. Señaló como logros la baja de la inflación, la reducción de la pobreza, el alivio en algunos impuestos y la salida del cepo cambiario. Aun así, reconoció que “muchos argentinos todavía no perciben estas mejoras en su vida cotidiana”, y explicó que los primeros meses fueron los más duros de la estrategia económica.

El mandatario volvió sobre un diagnóstico histórico: a su criterio, Argentina fue durante más de un siglo “el laboratorio de las teorías más descabelladas”, con gobiernos que intentaron resolver crisis por medio de déficit fiscal, emisión o endeudamiento. Recordó que ese camino dejó como herencia una deuda pública de 500 mil millones de dólares y períodos de inflación descontrolada. “El problema no era el cocinero, sino la receta”, subrayó al defender su política de orden fiscal.

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El presupuesto también contempla un régimen de extinción de obligaciones recíprocas con las provincias, que Milei presentó como una deuda histórica en la relación Nación–provincias. En el terreno tributario, anunció que se buscará restituir la presunción de inocencia fiscal a través de un sistema simplificado de declaración de Ganancias. “Se acabó esa absurda idea de que el Estado trate a todos como criminales preventivos”, dijo.

Otro punto fuerte de la exposición estuvo vinculado a las proyecciones de crecimiento. Según estimaciones oficiales, si Argentina mantiene el equilibrio fiscal alcanzará una tasa de crecimiento de 5% anual, que podría ampliarse a 7% u 8% con reformas estructurales. “En diez años podríamos parecernos a países de altos ingresos, en veinte estar entre los más ricos y en treinta estar en el podio de las potencias mundiales”, expresó.

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Milei remarcó que el superávit no solo servirá para sanear las cuentas, sino también para financiar proyectos estratégicos. “Por primera vez en décadas, el Estado podrá destinar recursos para financiar al sector privado en concesiones de infraestructura y logística”, explicó. Asociado a este esquema, sostuvo que el equilibrio fiscal reduce el riesgo país, lo que baja las tasas de interés y genera condiciones más favorables para la inversión.

El discurso cerró con un mensaje político y social. Milei agradeció el “temple heroico” de los argentinos y reiteró que el camino emprendido es arduo, pero necesario. Recordó que los sueldos del Poder Ejecutivo están congelados desde diciembre de 2023 y pidió no ceder ante lo que calificó como “tentaciones de volver al déficit y la emisión”. “No aflojemos, hagamos que el esfuerzo valga la pena”, concluyó, en una apelación directa a la sociedad y a la dirigencia para sostener las reformas.