
Cristina explota contra Kicillof tras sus entrevistas con Clarín y LN+
Política16/09/2025
Sergio Bustos
Axel Kicillof sacudió el tablero interno del peronismo. El gobernador bonaerense rompió un tabú y concedió entrevistas a Clarín y al canal LN+, propiedad del Grupo La Nación. La jugada irritó de inmediato a Cristina Kirchner y a la conducción de La Cámpora.


En el entorno de la expresidenta no disimulan la bronca. “Esto cayó muy mal en Cristina y en la militancia”, confió un dirigente allegado a Máximo Kirchner. Desde que asumió, la exmandataria mantuvo un enfrentamiento total con esos medios y jamás aceptó entrevistas.
La distancia personal entre ambos también se acentúa. Kicillof todavía no la llamó ni la visitó en San José, donde cumple prisión domiciliaria. La elección bonaerense del 7 de septiembre los mostró en la misma vereda, pero el triunfo amplió la independencia política del gobernador.
Desde el círculo de Kicillof buscan relativizar el choque. “Hay quilombo con Máximo, no tanto con Cristina. Axel dijo que la va a ir a ver en los próximos días”, señaló un funcionario bonaerense. La versión no calma las sospechas dentro del kirchnerismo.
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Algunos camporistas ligados a Wado de Pedro intentan bajarle el tono: “No hay ningún problema”. Pero en los pasillos del PJ bonaerense crece la idea de que Kicillof ya “hará su juego propio” y que su figura empieza a proyectarse más allá de Cristina.
El resultado electoral lo respalda. Fuerza Patria, el frente que integra con Cristina y Sergio Massa, ganó en la provincia por 47% a 33% frente a La Libertad Avanza. Ese triunfo consolidó al gobernador como la cara más competitiva del peronismo en territorio bonaerense.
En su entrevista con Clarín, Kicillof dejó frases de alto impacto. “El Gobierno tiene que cambiar, y Milei mismo lo puede hacer”, sostuvo, en un tono moderado que sorprendió a propios y ajenos. El domingo habló en el diario, y al día siguiente se sentó en el programa de Carlos Pagni en LN+.
La relación con Cristina tiene una historia cargada de altibajos. Ella lo presentó como su “ahijado político” en 2013, pero la irrupción de Máximo Kirchner y las tensiones del gobierno de Alberto Fernández abrieron una grieta. Kicillof nunca logró una relación fluida con el hijo de la expresidenta, y la competencia interna se volvió evidente.
El episodio con Andrés “Cuervo” Larroque fue otro quiebre. El ministro bonaerense rompió con La Cámpora y se alineó con Kicillof, consolidando un bloque autónomo dentro del peronismo. Hoy, el gobernador sostiene su fuerza con más de cincuenta intendentes del conurbano.
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En el camporismo interpretan la jugada como un cambio de estrategia. “El giro comunicacional lo aleja mucho más de Cristina”, advierten. La imagen de un Kicillof amigado con Clarín y La Nación resulta intolerable para quienes enarbolaron durante años la consigna “Clarín Miente”.
Otros dirigentes ven la sombra de Sergio Massa detrás del movimiento. El líder del Frente Renovador siempre cultivó relación con periodistas de todos los espacios. Massa aparece como un eventual mediador si el peronismo quiere llegar unido a las presidenciales de 2027.
El propio entorno de Kicillof admite que se busca instalar un perfil más amplio. “Ya empezó la estrategia de convertirlo en un candidato presidencial”, reconocen. El objetivo es mostrar un gobernador menos ideologizado y más abierto, capaz de disputar el centro político frente al discurso libertario.
Mientras tanto, Cristina guarda silencio. No hubo foto conjunta ni saludo público tras el triunfo en la provincia. La tensión se siente y en el peronismo todos coinciden en que el encuentro entre ambos marcará el rumbo de la interna hacia 2027.








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