
Preocupación máxima en Europa por la advertencia de Gran Bretaña a Rusia por incursiones aéreas
Actualidad23/09/2025
REDACCIÓN
La escalada diplomática entre Moscú y Occidente alcanzó un punto de inflexión tras los últimos incidentes en el espacio aéreo europeo. El Reino Unido afirmó que no pedirá autorización previa para derribar aeronaves rusas que violen la frontera aérea de la OTAN. La declaración, realizada por la canciller Yvette Cooper, fue interpretada como el mensaje más severo dirigido al Kremlin en lo que va del año.


En su exposición, Cooper señaló que Rusia continúa con “actos imprudentes de incursión” sobre Polonia, Rumania y Estonia, lo que pone en riesgo la seguridad de toda la región. “Estamos dispuestos a tomar todas las medidas necesarias para defender los cielos y el territorio de la OTAN”, afirmó, remarcando que la determinación de la Alianza es inquebrantable.
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La respuesta del Kremlin no tardó en llegar. El vocero Dmitri Peskov acusó a Londres de ser parte del “bando pro-guerra” y aseguró que las presiones occidentales no lograrán modificar la postura rusa en Ucrania. El discurso coincidió con una nueva maniobra aérea detectada sobre el mar Báltico, donde cazas alemanes interceptaron un avión ruso con los transpondedores apagados.
El gobierno de Estonia reaccionó con firmeza al anunciar que llevará el caso al Consejo de Seguridad de la ONU. Su canciller Margus Tsahkna calificó el incidente como una “escalada peligrosa” y recordó que se trató de la cuarta violación del espacio aéreo estonio en lo que va del año. “Esto no afecta solo a Estonia, sino a toda la comunidad internacional”, señaló al leer una declaración respaldada por 50 países.
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El episodio provocó nuevas condenas en Europa. Francia expresó su “plena e inquebrantable solidaridad” con Estonia, mientras que Alemania calificó la maniobra como irresponsable y contraria al derecho internacional. El bloque europeo coincidió en que la región atraviesa el momento de mayor tensión desde la Segunda Guerra Mundial.
China, en tanto, insistió en un tono distinto. Su representante en la ONU, Geng Shuang, pidió “calma y moderación” y reiteró que es urgente avanzar hacia una salida política en Ucrania. Desde Pekín sostienen que incidentes como los ocurridos se repetirán mientras la guerra continúe y no exista una mesa de negociación activa.
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Los analistas destacan que detrás de las incursiones rusas hay un intento de medir la reacción de la OTAN. Fuentes citadas por Bloomberg sostienen que Putin evalúa la posibilidad de que Estados Unidos reduzca su presencia militar en los países bálticos bajo la actual administración de Donald Trump, lo que daría mayor margen de maniobra a Moscú.
El ministro de Defensa de Estonia, Hanno Pevkur, fue contundente al asegurar que el objetivo de Rusia es desviar la atención de Ucrania. “Esto es exactamente lo que busca el Kremlin: que Occidente se preocupe por su propio territorio y deje de asistir a Kiev”, expresó. La declaración refuerza la percepción de que las maniobras aéreas forman parte de una estrategia más amplia.
Fuente: DW, Cnn

















