Aunque la mayoría conoce el ACV, pocos saben cómo reaccionar ante un caso real

Enfoques08/11/2025REDACCIÓNREDACCIÓN
ACV y demencia (Foto: Infobae)
ACV y demencia (Foto: Infobae)

El conocimiento sobre el accidente cerebrovascular (ACV) avanza, pero aún no alcanza para salvar vidas. Siete de cada diez argentinos afirman saber qué es un ACV, aunque menos de la mitad sabría cómo actuar si un familiar o amigo lo sufriera. El dato surge de una encuesta nacional de la consultora Voices, que también expone que cuatro de cada diez desconocen que el tratamiento debe iniciarse dentro de las primeras cuatro horas y media para evitar secuelas graves o la muerte.

El relevamiento se realizó entre 806 personas mayores de 16 años residentes en Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mendoza y Tucumán. El estudio reveló que ocho de cada diez argentinos temen sufrir un ACV, especialmente las mujeres y los mayores de 35 años, aunque todavía predomina la confusión sobre cómo actuar ante una emergencia.


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“Un ACV es una emergencia médica tiempo-dependiente. Cada minuto sin tratamiento equivale a la pérdida de dos millones de neuronas”, advirtió el neurólogo Matías Alet, del FLENI y del Hospital Ramos Mejía. El especialista explicó que no todos los hospitales están preparados para atender un ACV y que la derivación correcta es fundamental: “El primer reflejo debe ser llamar al servicio de emergencias o dirigirse a un centro especializado, que probablemente no sea el más cercano.”

La investigación mostró que tres de cada cuatro personas acudirían al hospital más próximo, y apenas un 17% priorizaría uno preparado para manejar este tipo de emergencias. Esto se explica porque más de la mitad de la población cree que cualquier hospital puede tratar un ACV, lo cual, según los especialistas, es una percepción errónea.

El médico emergentólogo Adolfo Savia detalló que en distintos distritos del país ya se trabaja en redes de atención para ACV, integradas por centros y ambulancias coordinadas. “Los equipos de emergencias confirman el diagnóstico, estabilizan al paciente y lo derivan al hospital preparado para el tratamiento específico,” explicó. Este sistema, destacó, reduce la mortalidad y las secuelas neurológicas al ganar minutos valiosos antes de que el paciente llegue a la guardia.


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Aunque el 69% de los encuestados se considera informado sobre el ACV, solo un tercio conoce la regla FAST (cara, brazo, habla y tiempo), utilizada para detectar síntomas iniciales. Entumecimiento facial, debilidad en un brazo, dificultad para hablar y confusión repentina son signos que deben motivar un llamado inmediato a emergencias.

“La detección precoz y la atención urgente son determinantes para evitar el daño irreversible,” explicó Savia, al señalar que el tratamiento fibrinolítico —una droga que disuelve el coágulo cerebral— solo es efectivo si se aplica en las primeras horas. Cuando esa ventana de tiempo se pierde, el riesgo de discapacidad permanente crece exponencialmente.


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El estudio también reflejó una percepción extendida de ineficiencia del sistema de emergencias: la mitad de los argentinos cree que las ambulancias tardan demasiado, y un 38% optaría por trasladarse por cuenta propia, una decisión que puede agravar el cuadro. “Cada minuto cuenta. Actuar rápido salva vidas,” reiteró Alet.

En paralelo, la encuesta mostró una actitud positiva frente a la recuperación: el 90% cree que es posible recuperarse de un ACV si se trata a tiempo. Sin embargo, seis de cada diez argentinos reconocen que no sabrían o no están seguros de cómo proceder si alguien cercano presenta síntomas.

El estudio también indagó sobre la prevención. El 77% considera que el ACV puede prevenirse mediante chequeos médicos, control del estrés, actividad física, descanso y alimentación equilibrada. Pero los niveles de conocimiento y preparación son menores entre los jóvenes y los sectores de bajos ingresos, lo que evidencia brechas de información.

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