

NO ESTAMOS SÓLOS... DESCUBREN UN EXOPLANETA QUE CONTENDRÍA AGUA
El telescopio James Webb de la NASA ha revelado indicios de moléculas de carbono, incluyendo metano y dióxido de carbono, en la atmósfera del exoplaneta K2-18 b. Este hallazgo sugiere la posibilidad de que este planeta albergue agua líquida y sea un candidato para buscar signos de vida.
Actualidad13/09/2023

El telescopio espacial James Webb de la NASA, diseñado para explorar exoplanetas y descubrir mundos que puedan ser habitables, ha dado un paso emocionante en esa dirección. Según un comunicado de la NASA, el exoplaneta K2-18 b, que es 8.6 veces más masivo que la Tierra, ha sido objeto de investigaciones que han revelado la presencia de moléculas en su atmósfera que contienen carbono, incluyendo metano y dióxido de carbono.


Este descubrimiento plantea la posibilidad de que K2-18 b sea un exoplaneta Hycean, un tipo de planeta que podría albergar una atmósfera rica en hidrógeno y superficies cubiertas de océanos de agua. La detección de metano y dióxido de carbono, junto con la falta de amoníaco, respalda la teoría de que este planeta podría tener un océano de agua bajo una atmósfera rica en hidrógeno.
K2-18 b orbita alrededor de una estrella enana fría llamada K2-18, ubicada a 120 años luz de la Tierra en la constelación de Leo. Este exoplaneta se encuentra en la zona habitable de su estrella anfitriona, lo que significa que podría tener las condiciones adecuadas para albergar vida.
La detección de estas moléculas se realizó mediante observaciones iniciales con el Telescopio Espacial Hubble, que impulsaron investigaciones adicionales y cambiaron nuestra comprensión de este sistema planetario. Los astrónomos creen que los exoplanetas Hycean, como K2-18 b, son entornos prometedores para buscar evidencia de vida en otros mundos.
A pesar de estos emocionantes hallazgos, se debe tener en cuenta que K2-18 b es significativamente más grande que la Tierra y es posible que tenga un manto de hielo a alta presión en su interior, similar a Neptuno. Aunque se encuentra en la zona habitable, la temperatura de su océano podría ser demasiado alta para sustentar la vida tal como la conocemos.
Este descubrimiento subraya la importancia de explorar una variedad de entornos habitables en la búsqueda de vida en otros planetas. Los científicos planean realizar investigaciones de seguimiento utilizando el espectrógrafo MIRI (Instrumento de infrarrojo medio) del telescopio James Webb para validar y ampliar estos hallazgos, proporcionando una comprensión más profunda de las condiciones ambientales en K2-18 b.
Cabe agregar que este exoplaneta nos queda un poco lejos para el concepto de distancia terrestre, ya que está a 120 años luz de la Tierra, y cada año luz equivale a la distancia que recorre un rayo de luz en un año, teniendo en cuenta que transita a más de 300 mil kilómetros por segundo.









