




La situación de SanCor es crítica y la palabra "quiebra" ya no suena lejana. La cooperativa láctea, que supo ser un gigante del sector en Argentina, atraviesa su momento más dramático, con una producción desplomada, deudas millonarias y sin perspectivas reales de rescate.
La deuda acumulada ronda los 400 millones de dólares, una cifra que generó la organización urgente de un consorcio de acreedores, tanto internos como externos, que buscan recuperar algo de lo perdido. Este frente común se suma a un escenario complejo: SanCor apenas procesa 70.000 litros de leche por día, cuando en sus años dorados llegó a tratar más de 4 millones diarios.
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La empresa, con base operativa entre Santa Fe y Córdoba, enfrenta múltiples frentes abiertos,con proveedores impagos, reclamos judiciales y conflictos sindicales por sueldos adeudados desde fines de 2024. Sus plantas activas funcionan con personal reducido y jornadas recortadas, profundizando el deterioro productivo.
“La falta de recursos y la poca expectativa de un rescate privado ponen a la empresa contra las cuerdas”, aseguran fuentes del sector. Si bien en el pasado SanCor logró un salvataje parcial con inversiones extranjeras —como capitales venezolanos—, hoy la magnitud de la crisis y el contexto del sector lácteo desalientan a cualquier posible interesado.
Una alternativa podría ser la venta de activos, algo que la cooperativa ya hizo en ocasiones anteriores, lo que provocó una drástica reducción en sus capacidades productivas. Pero incluso esta opción requeriría autorización judicial, debido al proceso concursal en curso, lo que implica tiempos lentos y sin soluciones inmediatas.
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La caída en la productividad es directamente proporcional a la pérdida de mercado interno. SanCor, que supo ser sinónimo de calidad y presencia en góndolas de todo el país, hoy es una sombra de sí misma, arrastrando una decadencia que parece difícil de revertir sin una inyección urgente de capital.
El abismo está cerca. La histórica marca nacional, emblema del cooperativismo argentino, podría tener sus días contados si no aparece un salvavidas en el corto plazo.
Fuente: U24



