


El presidente Javier Milei arribó este lunes a Israel e inició su agenda oficial con una visita de fuerte contenido simbólico y espiritual. A pocas horas de aterrizar en Tel Aviv, se trasladó a Jerusalén para rezar en el Muro de los Lamentos, uno de los sitios más sagrados del judaísmo.


Allí fue recibido por el rabino del Muro Occidental y los Lugares Sagrados, Shmuel Rabinowitz, y por el director general de la Fundación para la Herencia del Muro Occidental, Mordejai “Soli” Eliav. Durante la visita, Milei escribió unas líneas en el libro de visitantes, en un gesto que reafirma su cercanía con el pueblo judío y su identificación con el Estado de Israel.
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El mandatario se mostró conmovido mientras rezaba y fue reconocido por otras personas presentes en el lugar, que lo saludaron con muestras de respeto. La imagen del presidente orando ante el muro rápidamente comenzó a circular en medios internacionales y redes sociales.
Este martes, Milei comenzará su agenda política con una audiencia con el presidente de Israel, Isaac Herzog. Más tarde, mantendrá una reunión bilateral con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en un encuentro que se espera clave para profundizar la relación bilateral y avanzar en acuerdos económicos y de cooperación.
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La visita se extenderá por más de tres días y combinará compromisos diplomáticos, actividades institucionales y gestos de carácter espiritual. En ese marco, se prevé que el presidente participe de iniciativas vinculadas al reclamo internacional por la liberación de los rehenes tomados por el grupo terrorista Hamas en la Franja de Gaza.
Milei ya había anticipado en distintas ocasiones su intención de reforzar el vínculo con Israel y expresó su admiración por su modelo económico, su capacidad tecnológica y su organización institucional. En el plano simbólico, el viaje representa también un acercamiento personal y religioso del mandatario, quien en reiteradas oportunidades manifestó su adhesión al judaísmo y su respeto por sus tradiciones.









