Uno de cada dos chicos no entiende lo que lee y la mitad del país ya firmó para cambiarlo

Uno de cada dos chicos argentinos de tercer grado no comprende lo que lee. Ese dato surgió de evaluaciones oficiales y expuso una realidad que ya impacta en el presente, no solo en el futuro. La organización Argentinos por la Educación busca revertir esa situación con un compromiso nacional.

Massimiliano Pisani, uno de sus referentes, valoró el acompañamiento político pero exigió medidas concretas. “Esto no se arregla en dos días, pero si hay voluntad se puede revertir”, expresó en el programa “El Quinto Poder” por #LA17. La propuesta exige volver a tomar pruebas nacionales y publicar indicadores de avance.

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En solo semanas, 13 gobernadores firmaron el compromiso, incluyendo al presidente Javier Milei. La idea es recuperar las evaluaciones en tercer grado, etapa crítica donde el alumno aún puede adquirir herramientas fundamentales. Si eso no ocurre a tiempo, el rezago se acumula y las brechas se profundizan.

“No podemos esperar a sexto grado para darnos cuenta de que un chico no sabe leer”, remarcó Pisani. Las consecuencias impactan en lengua, matemática y ciencias. La campaña busca que la escuela primaria recupere el lugar donde leer y escribir no sea un lujo.

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El diagnóstico incluye problemas múltiples: calidad docente, clima escolar, pobreza y falta de continuidad en las políticas públicas. En Argentina, un ministro de Educación permanece, en promedio, solo dos años. “Así es muy difícil sostener un rumbo”, advirtió.

En las últimas décadas, el país pasó de estar entre los mejores de la región a ubicarse por debajo de El Salvador y Guatemala. Las pruebas internacionales muestran un retroceso que duele. “Eso debería darnos vergüenza y motivación al mismo tiempo”, opinó.

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El documento propone revisar contenidos curriculares y transformar el aula con herramientas reales. “Cambiar la currícula no sirve si no baja al aula con capacitación seria”, dijo Pisani. También cuestionó la idea de una escuela que solo cumple con funciones básicas.

La campaña también interpela a las familias. “Hay una diferencia enorme entre un chico al que le leen todas las noches y uno al que no”, afirmó. Recuperar el vínculo con la tarea escolar puede marcar una diferencia sin depender de grandes presupuestos.

Pisani pidió dejar de normalizar el fracaso escolar y aseguró que no hay tiempo que perder. “No vamos a aflojar hasta que todos los chicos comprendan lo que leen”, concluyó. La campaña sigue sumando adhesiones en todo el país.