


Desde las 14 del miércoles, todas las estaciones de GNC del país suspendieron el servicio. La medida, coordinada por el Comité de Emergencia, busca garantizar el abastecimiento de gas domiciliario ante el pico de consumo provocado por la ola polar.

“Cuando baja la presión, el sistema prioriza hogares, hospitales y escuelas”, explicaron desde Enargas. El freno se mantendrá al menos hasta las 14 del jueves, aunque podría prolongarse si las temperaturas no ceden.
Pedro González, presidente de la Cámara de Expendedores de GNC, fue contundente: “No falta gas. Faltan redes. Hace años que no se invierte en infraestructura”. Aseguró que la situación se repite cada invierno, pero este año la demanda explotó.
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En paralelo, decenas de barrios marplatenses comenzaron a reportar cortes domiciliarios. A partir de las 18:30, usuarios de Bosque Peralta Ramos, Santa Celina y Rumencó alertaron que sus calefactores se apagaron de golpe. La pileta Swell también canceló todas las actividades.
“No teníamos aviso. El gas se cortó sin previo mensaje”, relataron vecinos en redes sociales. Las quejas se multiplicaron en Camuzzi, la empresa distribuidora en la zona. También hubo reportes desde Parque Luro, Constitución, Las Heras, Colinas, Malvinas y El Jardín.
La presión en las cañerías no soportó el nivel de consumo. Técnicos confirmaron que en muchas zonas no se registraba flujo suficiente para sostener los artefactos en funcionamiento. El problema escaló desde el fin de semana, pero explotó el miércoles.
El corte de GNC alcanzó incluso a estaciones con contrato firme. El problema ya no es legal, sino físico: no hay caudal disponible. Los camiones cisterna tampoco lograron abastecerse en tiempo y forma por la concentración de la demanda.
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Desde el sector energético aseguran que el cuello de botella está en los gasoductos troncales. La falta de obras impide distribuir el gas producido, especialmente cuando las ciudades requieren más presión por las bajas temperaturas.
“Cuando falta presión, lo primero que cae es el GNC y después la industria. Pero ahora también hay casas sin servicio”, advirtió un operador del sistema. Las distribuidoras aplican cortes rotativos para mantener activo el suministro en áreas prioritarias.
El gobierno nacional no emitió partes oficiales. Las empresas del sector manejan la situación con recursos propios y coordinan con autoridades locales. En Mar del Plata, el municipio pidió prudencia y pidió revisar válvulas antes del restablecimiento del servicio.
La recomendación principal es revisar si quedaron llaves o artefactos abiertos. Al regresar el suministro, una fuga puede provocar accidentes. Camuzzi recordó que es fundamental ventilar los ambientes y evitar encender artefactos si hay olor a gas.
Mientras tanto, el frío avanza y las estufas siguen apagadas. Comercios, clubes y hogares esperan el restablecimiento del servicio mientras las mínimas siguen en descenso.
El recorte energético revela las limitaciones del sistema en contextos extremos. Lo que empezó como un ajuste técnico, terminó dejando barrios enteros sin calefacción en medio del invierno más crudo del año.








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