

Victoria Villarruel vivió un momento incómodo en plena recorrida por la Fiesta Nacional del Poncho, en la provincia de Catamarca. Aunque buscó enfocarse en el evento, debió responder preguntas incisivas sobre su vínculo con el presidente Javier Milei. “No me parece que esa sea una pregunta que me tengas que hacer, porque la verdad que no ha sido nada de eso”, respondió con visible fastidio.

La vicepresidenta había sido invitada para inaugurar la tradicional feria textil del noroeste argentino. En diálogo con medios locales, intentó destacar la labor de los artesanos: “Lo que se habla tiene que ser hoy, en el día de hoy, algo que le da trabajo a miles de argentinos, a miles de catamarqueños”.
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El tono del recorrido cambió cuando un movilero le preguntó si había traicionado a 15 millones de votantes. La consulta aludía a la sesión del Senado donde se aprobaron aumentos a jubilaciones y envíos de fondos a las provincias, lo que desató un nuevo conflicto interno con el oficialismo.
Villarruel no abandonó su andar, pero su rostro dejó ver el malestar. Ante la insistencia del cronista, se limitó a responder: “No ha sido nada de eso”, sin ampliar. Luego, cerró el contacto con los medios con un escueto “muchas gracias a todos”.
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La tensión política entre Villarruel y Milei viene en aumento desde hace semanas. En sus redes sociales, la vicepresidenta compartió críticas hacia el mandatario y defendió la realización de sesiones parlamentarias, incluso cuando el Ejecutivo no las impulsó.
Según su entorno, ella atraviesa un proceso de distanciamiento con la conducción del Presidente. Algunas fuentes sostienen que comenzará a trabajar en un armado propio luego de octubre, con miras a 2027.
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A pesar del revuelo, Villarruel cumplió con la agenda prevista y mantuvo reuniones con autoridades provinciales. Fue recibida por el gobernador Raúl Jalil, aliado del oficialismo, y participó de actividades junto a legisladores y funcionarios catamarqueños.
La Fiesta Nacional del Poncho continúa con espectáculos, stands de tejidos y ferias gastronómicas. La vicepresidenta expresó: “Es una fiesta a la que le tengo mucho cariño y espero poder venir todos los años”, en un intento por reconectar con el espíritu festivo.









