Estados Unidos abre su mercado y multiplica por cuatro la compra de carne argentina

El gobierno de Estados Unidos amplió de forma inédita la cuota de importación de carne vacuna argentina, que pasará de 20 mil a más de 80 mil toneladas anuales. La resolución, publicada por el Departamento de Agricultura (USDA), se inscribe en una estrategia de la administración de Donald Trump para contener la inflación alimentaria y estabilizar la oferta de carne en su país.

El aumento del cupo se traduce en un gesto político y comercial hacia la Argentina, que en los últimos años buscó recuperar presencia en el mercado norteamericano con cortes premium y certificaciones sanitarias de alto nivel. La decisión llega en un momento en que el stock ganadero estadounidense enfrenta una de sus caídas más marcadas en dos décadas.

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“Queremos reforzar la cadena de suministro y garantizar precios accesibles para los consumidores”, explicó la secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, al referirse a las medidas que también incluyen incentivos a la producción local, subsidios a pequeños procesadores y ampliación del pastoreo en tierras federales.

En declaraciones a la cadena CNBC, Rollins aclaró que “las compras a la Argentina no representan un volumen significativo dentro del total del consumo estadounidense, pero son necesarias para equilibrar el mercado”. Estados Unidos consume cerca de 12 millones de toneladas de carne bovina por año, de las cuales alrededor de 10 millones provienen de su propia producción.

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El anuncio generó reacciones opuestas entre los productores norteamericanos, preocupados por una mayor competencia, y el sector exportador argentino, que ve en la medida una posibilidad concreta de expansión. El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Nicolás Pino, respondió a los cuestionamientos sobre la sanidad del rodeo local y subrayó que “la funcionaria está mal informada, porque hace más de 20 años que Argentina no tiene casos de fiebre aftosa”.

La decisión también tiene lectura geopolítica: mientras Washington busca estabilizar su mercado interno, Buenos Aires suma un aliado comercial clave en un contexto global de retracción de exportaciones hacia Asia. Los frigoríficos locales habían alcanzado rápidamente el cupo anterior, impulsados por la demanda de cortes de alto valor.

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Con la nueva cuota, las exportaciones argentinas al mercado estadounidense podrían cuadruplicarse, reforzando el perfil competitivo del país en carne de calidad y abriendo espacio para inversiones en certificación sanitaria y trazabilidad.

En el plano local, los analistas destacan que el incremento del cupo es una señal de confianza en la producción argentina, que mantiene estándares reconocidos internacionalmente y puede posicionarse como proveedor estable en mercados de alta exigencia.

Fuente: NA.