El presidente Javier Milei tensó el pulso en Nueva York y pidió un salto fuerte de inversión

Milei aterrizó en Nueva York con un objetivo concreto: mostrar seguridad ante ejecutivos que mueven miles de millones y que siguen de cerca cada giro del Gobierno. La cita en el Council of the Americas se armó con hermetismo y ritmo intenso, y dejó al Presidente ante una mesa colmada de figuras del poder económico global.

El mandatario llegó rodeado por Luis Caputo, Pablo Quirno y Alec Oxenford, un equipo que acompañó cada tramo de una jornada marcada por expectativas altas. El salón de Park Avenue recibió a los invitados bajo un clima húmedo y gris, mientras un viento cortante empujaba a los asistentes hacia adentro como si la ciudad exigiera refugio inmediato.

Durante una exposición larga y enfática, Milei detalló cambios laborales e impositivos que quiere empujar mientras su coalición crece en el Congreso. Esa secuencia captó la atención de representantes de gigantes como Pepsico, Pfizer, Merck, Morgan Stanley, Glencore, Salesforce y FedEx, sentados frente a un presidente que buscó mostrarse firme.

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El Gobierno insiste en que el RIGI funciona como anzuelo para capitales en minería y energía, y Milei repitió esa idea en un tono decidido. Los invitados escucharon referencias a una hoja política que, según él, se extiende por seis años, lo que despertó señales de alivio entre ejecutivos que necesitan proyecciones largas para mover fondos de gran magnitud.

“Fue un encuentro excelente, con el presidente Milei explicando todo y contestando con un nivel de detalle que no esperábamos”, relató uno de los participantes mientras abandonaba la casona del Council. La frase retrató el clima que rodeó preguntas espinosas sobre patentes, impuestos y la frágil relación con el Congreso.

El Presidente cuidó cada palabra al hablar sobre propiedad intelectual, un tema sensible en Washington. “Respeto el derecho de propiedad, y las patentes son parte de ese derecho”, afirmó ante una mesa que siguió la respuesta con atención. Ese pasaje buscó despejar dudas que trababan conversaciones bilaterales desde hace meses.

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Los ejecutivos también marcaron postura sobre el ajuste económico y resaltaron avances que observan desde sus oficinas. Funcionarios de FedEx y McEwen Copper destacaron señales que, según ellos, mejoraron la perspectiva de negocios. Esa devolución generó un clima favorable que el Gobierno intentó capitalizar sin exagerar triunfos.

Susan Segal resumió el pulso del encuentro con una frase certera: “El Presidente habló muy bien de lo que está haciendo, de todo su programa”, dijo al cerrar la reunión. La CEO del Council insistió en que los inversores llegaron con dudas concretas y se fueron con una idea más nítida sobre el rumbo que plantea la Casa Rosada.

Con la actividad empresarial concluida, Milei viajó hacia la tumba del Rebe de Lubavitch, donde quiso agradecer por el resultado electoral del 26 de octubre. Esa parada religiosa se volvió parte de su rutina en Nueva York y antecedió el vuelo rumbo a La Paz, donde lo espera la asunción de Rodrigo Paz, un aliado que puede reordenar vínculos en una región que luce partida.