
Día de la música: historias, creencias y sonidos que atraviesan siglos hasta la radio
Enfoques22/11/2025
REDACCIÓN
La radio festeja el Día de la Música con la naturalidad de quien convive a diario con canciones, voces y recuerdos, y en ese escenario se inscribe una nueva entrega de “Random Musical” en #MODO17, donde el profesor y divulgador Agustín Ardito propuso mirar la fecha más allá del calendario litúrgico. En el programa recordó que el 22 de noviembre se asocia a Santa Cecilia pero que la conmemoración se extendió y ya forma parte de la cultura popular mucho más allá del templo.


El eje de la charla no se detuvo solo en el santoral: Ardito subrayó que, con el paso del tiempo, distintas corrientes culturales y géneros sumaron sus propios homenajes, desde el Día del Músico en Argentina hasta fechas específicas para el rock o el folclore. El docente remarcó que si alguien intentara armar un calendario completo “tendríamos un día de la música para cada día del año”, porque la experiencia cotidiana demuestra que la música acompaña todas las escenas de la vida.
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La conversación tomó forma desde la radio, ese medio que durante décadas fue puerta de entrada a estilos, artistas y sonidos nuevos para millones de oyentes. En el estudio recordaron que “la radio es difusora de la música desde siempre”, incluso antes de que existieran plataformas digitales, cuando los discos, los cassettes y los CD convivían con el dial como única compañía en muchos hogares. Esa alianza entre radio y canciones aparece hoy reforzada por el cruce con redes, servicios de streaming y nuevas formas de escucha, pero conserva la idea central: la música llega aunque el oyente no la busque de manera activa.
El disparador del programa fue la figura de Santa Cecilia, mártir romana de los siglos II y III después de Cristo, cuyo nombre quedó ligado para siempre a la música. Ardito repasó la tradición que la presenta en su casamiento, rodeada de intérpretes, mientras su corazón “cantaba a Dios” en silencio, al tiempo que defendía su decisión de dedicar su vida a la fe cristiana en tiempos de persecuciones. La historia que contó el profesor incluyó el martirio en varias etapas y la posterior decisión del Papa Gregorio XIII, a fines del Renacimiento, de reconocerla como patrona de la música y fijar el 22 de noviembre como fecha de memoria.
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Desde allí, el programa se abrió a un recorrido histórico más amplio sobre el lugar del arte sonoro en la humanidad. Ardito evocó que ya en las pinturas rupestres aparecen figuras que danzan alrededor del fuego y objetos que pueden interpretarse como flautas hechas con huesos perforados. Según el divulgador, esos restos arqueológicos muestran que “prácticamente la música estuvo con el nacimiento de la humanidad” y que el impulso de marcar un ritmo o entonar una melodía antecede de lejos a las grandes civilizaciones.
El análisis avanzó luego hacia la Antigüedad clásica y puso el foco en Grecia y Roma, donde la música integraba de forma directa la educación del ciudadano. Ardito recordó que el término remitía a las musas, hijas de Zeus, e incluía no solo sonido sino también teatro, danza, astronomía y hasta matemáticas. En ese marco, explicó que para los pensadores antiguos la música era “la exteriorización sonora de las pasiones del alma” y al mismo tiempo una herramienta para moldear el carácter y la vida espiritual de las personas.
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El programa abordó después el período medieval y el rol de la iglesia cristiana en la conservación y transformación de las prácticas musicales heredadas del mundo hebreo. Ardito mencionó el canto de salmos, el canto llano y el posterior canto gregoriano, así como las tradiciones bizantinas y ambrosianas, siempre con un propósito definido: reforzar el mensaje religioso y acompañar los textos sagrados. En esa línea recordó la frase atribuida a San Agustín, quien habría dicho que “la música es rezar dos veces”, como forma de describir cómo el canto potencia el alcance de la palabra.
El valor simbólico de la música como puente entre lo humano y lo divino se vinculó además con una idea central de la filosofía de la época: las proporciones matemáticas, presentes tanto en la naturaleza como en los intervalos musicales, se interpretaban como huella del orden creado por Dios. Ardito señaló que, para muchos autores medievales, la música no solo se escuchaba con los sentidos sino que encarnaba un aspecto de lo sobrenatural, algo que se representa en imágenes de ángeles con liras, órganos o trompetas.
La charla se detuvo también en el Renacimiento y en la mirada de los humanistas, que retomaron conceptos griegos y pusieron el acento en la relación entre música y emociones. Allí apareció la noción de afetti, es decir, la búsqueda de recursos musicales específicos —escalas, ritmos, modos, timbres— para representar una pasión concreta. Según explicó Ardito, desde ese momento se consolida la idea de que la música puede traducir estados internos, experiencias personales y visiones del mundo, más allá de su función ritual o religiosa.
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Hacia el final, el profesor se detuvo en el rol del oyente y cuestionó la idea de que solo quien compone o interpreta “hace música”. Planteó que la comunicación artística se completa en el acto de escucha y que incluso un músico que practica a solas se convierte en emisor y receptor al mismo tiempo. En el intercambio con los conductores ironizó sobre la costumbre de dictaminar “esto sí es música y esto no” y recordó una frase de Andrés Calamaro, quien definió al crítico como “una persona que se compró muchos discos y se puso a escribir sobre eso”.
En ese sentido, Ardito insistió en que los juicios de gusto son inevitables pero siempre responden a valores, contextos y miradas particulares, por lo que exigen argumentos y no solo gustos personales. Para el docente, la discusión sobre lo que consideramos buena o mala música dice tanto del arte como de la sociedad que opina, y por eso vale la pena revisar quiénes hablan, desde dónde lo hacen y qué criterios utilizan.
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El programa cerró con un guiño a los oyentes melómanos y a quienes simplemente acompañan la jornada con la radio encendida, con una selección musical que incluyó el clásico “Music” de John Miles. Desde #MODO17 recordaron que “todos los días son día de la música”, porque cada transmisión confirma que el sonido sigue siendo una forma privilegiada de contar historias, pensar el mundo y compartir emociones.



















