
Jerusalén: la historia de una familia que por mandato dictatorial paterno vive apartada
Por Pablo Lo Presti
Enfoques20/09/2025
REDACCIÓN
Jerusalén es la historia de una familia mozambiqueña que por mandato dictatorial paterno vive apartada, en un terreno en la sabana, anteriormente reserva de caza.


Silvestre Vitalicio es el padre autoritario que dice que el resto del mundo ha muerto y que no hay sobrevivientes. Cautivos de sus devaneos: los hijos de este, Mwanito y Ntunzi; el capataz, ex militar Zacaria Kalash; el tío Aproximado y la borrica Jezibela a la que también hay que sumar, porque todos están sometidos al capricho de Silvestre. Siempre al filo de alterar la buena convivencia si no acatan sus órdenes.
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¿La madre? Dordalma. Muerta en circunstancias trágicas, poco claras; motivo central de la decisión de apartarse.
En el reducto, un hijo odia a su padre y sueña con escapar, mientras que el otro, el menor, mantiene el propósito de estar cerca de su padre.
Jerusalén, un microcosmos al que se suma una nueva integrante que rompe la frágil convivencia, y con ello la historia descabellada de un orden impuesto.
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Pero a la vez (maestría de Couto), como lectores vamos sintiendo y pensando que las historias inventadas por el antipático Silvestre quizá no sean tan absurdas o irracionales. Al menos en el plano filosófico o teórico, en torno a temas como el amor, la muerte, el duelo y el mundo que nos rodea.
Mia Couto nació en Mozambique en 1955, y fue bautizado como António Emílio Leite. Biólogo de formación, además de escritor de ficción es poeta y periodista. Escribe en portugués y es autor, además, de "Tierra sonámbula", "Trilogía de Mozambique”, "La confesión de la leona", "El último vuelo del flamenco", "Un río llamado tiempo, una casa llamada tierra", "Cada hombre es una raza", "La terraza del frangipani" y "Venenos de Dios, remedios del Diablo", entre otras. En 2013 recibió el Premio Camões de Literatura y en 2014 el Premio Internacional de Literatura Neustadt.
















