El Indec actualizará cómo mide inflación, salarios y pobreza para reflejar el consumo actual

El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) avanza en una transformación metodológica que modificará la forma en que el país mide la inflación, los salarios y la pobreza, con el objetivo de actualizar los indicadores según los hábitos de consumo y las condiciones laborales actuales. Las reformas, que se encuentran en distintas etapas de desarrollo, comenzarán a implementarse en 2026, una vez concluido el proceso electoral y garantizada la continuidad estadística de las series.

El cambio más relevante será el del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que dejará atrás la estructura basada en datos de 2004 y 2005. El nuevo IPC ajustará el peso relativo de cada rubro, otorgando mayor relevancia a los servicios —como vivienda, transporte, tarifas y comunicación digital—, mientras que los bienes y alimentos perderán participación. Según fuentes del organismo, esta revisión permitirá reflejar con mayor fidelidad el consumo contemporáneo, en el que los servicios tecnológicos y urbanos tienen un papel cada vez más determinante.

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De acuerdo con estimaciones técnicas, el nuevo indicador podría arrojar variaciones mensuales levemente distintas a las actuales, dependiendo del comportamiento de los precios de los servicios, que tienen un ritmo diferente al de los bienes. “El objetivo es medir peras con peras y manzanas con manzanas, garantizando comparabilidad y coherencia estadística”, señalaron desde el organismo conducido por Marco Lavagna.

El Índice de Salarios también será revisado. En particular, se procesará mensualmente el componente informal, que hasta ahora se actualizaba cada tres meses a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Este cambio reducirá el rezago informativo y permitirá registrar en tiempo real las variaciones de ingresos del sector más vulnerable.

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La canasta básica alimentaria (CBA), utilizada para calcular las líneas de pobreza e indigencia, pasará por una revisión de fondo. El parámetro actual de 1750 kilocalorías diarias por persona será reemplazado por uno más acorde a los estándares internacionales, que rondan las 1600 kilocalorías. Las autoridades analizan además incorporar una composición nutricional más saludable, con mayor presencia de frutas, verduras y proteínas, lo que podría encarecer el valor final de la canasta y alterar la medición de la indigencia. “Todavía no hay una decisión tomada, se evalúan distintos escenarios. El debate está entre priorizar la adecuación técnica o considerar el impacto social de los cambios, explicó una fuente del organismo.

La EPH también se ampliará: pasará de cubrir 31 aglomerados urbanos a todas las localidades de más de 2000 habitantes, lo que brindará una representación más completa del total urbano del país. Esta extensión permitirá mejorar la medición del empleo, los ingresos y las condiciones de vida, y ofrecer estadísticas más precisas para la elaboración de políticas públicas.

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La actualización metodológica era una demanda reiterada por diversos sectores académicos y legislativos. Los actuales índices incluyen bienes y servicios obsoletos, como televisores de tubo, líneas fijas o DVD, y no reflejan consumos digitales como streaming o telefonía móvil. Con estas modificaciones, el Indec busca modernizar sus herramientas estadísticas y recuperar precisión en el análisis socioeconómico nacional.

Fuente: LA NACION.