Caputo volvió a rechazar que el dólar esté atrasado y apuntó contra economistas y empresarios

El ministro de Economía, Luis Caputo, volvió a meterse de lleno en la discusión sobre el valor del dólar y negó que exista un atraso cambiario, una observación que en las últimas semanas se multiplicó entre economistas, consultoras y referentes del sector privado. El funcionario escogió nuevamente las redes sociales para fijar su postura y responder a quienes sostienen que el tipo de cambio actual “está barato” y genera trabas para la actividad productiva.

En su mensaje, Caputo difundió un gráfico que muestra un crecimiento significativo de las exportaciones y acompañó la imagen con una frase dirigida a sus detractores: “Primer caso en el mundo de un programa económico que aumenta las cantidades exportadas a niveles récord, con tipo de cambio ‘atrasado’”. Con esa afirmación buscó desacreditar los análisis que advierten que el dólar carece del nivel necesario para sostener la competitividad de la economía.

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El ministro viene recibiendo cuestionamientos por parte de sectores que atribuyen el cierre de empresas y la sustitución de líneas de producción por importaciones a un tipo de cambio que no acompaña los costos internos. En ese marco, distintos actores del entramado industrial advirtieron que la relación entre precios locales y dólar importador profundiza la presión externa sobre segmentos sensibles, un fenómeno que se hizo visible en el aumento del ingreso de bienes finales.

El posteo de Caputo, sin embargo, no discrimina qué sectores protagonizan la suba exportadora ni permite consultar detalles sobre el perfil de ventas externas, algo que la prensa especializada pidió varias veces sin obtener respuesta. La falta de esa información reactivó el debate sobre si el crecimiento de las exportaciones es generalizado o si responde a actividades con ventajas estructurales definidas.

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De acuerdo con informes privados y los últimos reportes del INDEC, el incremento se concentra principalmente en energía —con Vaca Muerta como motor— y en complejos agroindustriales, rubros que cuentan con alta productividad, tipo de cambio real más competitivo por su estructura de costos y acceso a mercados internacionales con mayor amplitud que el resto de la economía. Para algunos analistas, esa composición explica por qué el alza exportadora no se traduce en una mejora homogénea en toda la matriz productiva.

El intercambio público volvió a encender la discusión sobre cuánto influye el tipo de cambio en la inversión, el nivel de actividad y la continuidad de proyectos industriales, en un escenario donde la brecha entre sectores dinámicos y sectores rezagados se amplía. En paralelo, persiste la tensión entre la necesidad oficial de sostener un dólar estable para contener la inflación y la presión empresarial por un ajuste que recomponga márgenes productivos.