Aseguran que Madryn va a sentir el parate del langostino

Chubut21/05/2025Sergio BustosSergio Bustos
Pesca de Langostinos
Pesca de Langostinos.

La economía de Puerto Madryn ya siente la parálisis del langostino. La flota no sale. Las plantas no procesan. Los comercios venden menos. Todo el sistema está en pausa desde marzo. No hay señales de que pueda cambiar en el corto plazo.

El langostino es clave para la ciudad. Junto al turismo y el aluminio, conforma el corazón económico de Madryn. Su cadena genera empleo, consumo y movimiento. Hoy todo eso se frenó. El temor crece entre trabajadores, empresarios y autoridades.

La temporada provincial terminó a mediados de marzo. Desde entonces, la cadena productiva entró en “modo pausa”, como afirman los gremios. Sin actividad, las plantas apenas sostienen el reproceso de colas. Los obreros efectivos cobran garantía. Los eventuales siguen en sus casas.

Miles de trabajadores esperan una señal. Pero no hay fecha concreta para el inicio en aguas nacionales. Los barcos siguen amarrados. Las plantas están vacías. La incertidumbre aumenta. El invierno se acerca sin certezas para la industria.

El puerto tiene poco movimiento pesquero. El calamar salvó parte de la actividad, pero la mayoría de la flota optó por desembarcar en puertos bonaerenses. En Madryn, casi no se descarga. La estiba espera. Nadie sabe hasta cuándo.

La pesca al norte del paralelo 41° fue mínima. Solo operó un congelador y nueve fresqueros. Muy poco para sostener la cadena. La logística está detenida. Los proveedores no tienen pedidos. Los talleres no trabajan. El combustible no se vende.


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El comercio local empieza a resentirse. La pesca dinamiza el consumo en invierno. Tripulantes, obreros y proveedores vuelcan su salario en la ciudad. Con todos inactivos, las ventas caen. El efecto ya se siente en carnicerías, almacenes y locales barriales.

La zafra nacional sigue sin fecha cierta. El 17 de marzo se habilitó la pesca fuera de la veda de merluza. Pero solo un congelador hizo marea. El resto de la flota no salió. La rentabilidad no cierra. Prefieren perder menos en puerto.

“Pierden menos si no pescan”. Esa es la lógica que aplicaron muchas empresas. Los costos laborales son demasiado altos. Las cámaras grandes y chicas coincidieron: sacar los barcos así no sirve. El conflicto laboral sigue sin resolución.

Cinco cámaras empresarias lanzaron un mensaje claro. Desde Mar del Plata y Patagonia afirmaron que no están dadas las condiciones para arrancar la temporada. Lo avisaron a los sindicatos: se terminó “la tablita”. Ahora se trabajará con convenio.

Piden reformular el Plan de Manejo del Langostino. Pero el Consejo Federal Pesquero no responde. Las empresas reclaman cambios en los criterios de esfuerzo pesquero y tiempos de marea. El organismo mantiene su postura. El conflicto se estanca.

La negociación salarial sigue trabada. Los congeladores exigen una baja del 30% en los sueldos por producción. Los gremios resisten. No hay avances en la Secretaría de Trabajo. Sin acuerdo, los barcos no saldrán. Todo sigue congelado.

Los fresqueros enfrentan su propio dilema. Las plantas de Chubut pagan apenas 1,80 dólares por kilo. Es el mismo valor que se ofreció en banquina durante la temporada provincial. Así, el negocio no cierra. La ecuación no da.

Los armadores de fresqueros piden precios más altos. A ese valor, el armado de los colorados no es viable. Los costos operativos superan el ingreso por venta. Muchas empresas ya decidieron no participar hasta que suba el precio.

La rueda económica está frenada. Sin pesca, no hay logística, transporte, mantenimiento ni reparaciones. Todo se enlentece. Los efectos se multiplican. El derrame que generaba el langostino desapareció. La economía de Madryn se achica.


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Los barcos siguen amarrados. Las plantas siguen vacías. Los proveedores siguen sin pedidos. Los almacenes siguen sin ventas fuertes. Todo el sector espera una señal. Pero no hay certeza de que llegue en mayo. Junio tampoco parece prometedor.

La prospección prevista para el 28 de mayo no entusiasma. El llamado se publicó, pero los congeladores ya ratificaron que no participarán. Sin materia prima asegurada, la flota no se alista. No hay movimiento en los muelles.

Las estibadoras esperan trabajo. Pero sin barcos, no hay bodega para descargar. Los trabajadores no cobran. Las empresas no facturan. La cadena de servicios portuarios está parada. La temporada sigue sin arrancar y el clima de preocupación crece.

Los gremios insisten en mantener condiciones. La resistencia a las bajas salariales es total. Las bases no aceptan recortes. La presión política aumenta. Pero los acuerdos no llegan. La Secretaría de Trabajo no ofrece soluciones claras.

Los comercios también piden respuestas. Muchos sostienen que el invierno sin pesca va a ser muy duro. Las ventas cayeron en abril. Mayo no mejora. El bolsillo de los trabajadores desapareció. El impacto ya es real y visible.

Los intendentes reclaman intervención urgente. Saben que sin pesca, el movimiento económico cae. Puerto Madryn no puede depender solo del turismo. El aluminio mantiene empleo, pero no tiene efecto multiplicador. La pesca sí. Y hoy está apagada.

Los frigoríficos recortaron turnos. Las conserveras están cerradas. Las metalúrgicas esperan. Los astilleros no tienen encargos. La economía local está en pausa. El efecto langostino contagia a todos los sectores. El parate ya se hizo estructural.

La falta de langostino golpea en cadena. Nadie escapa. El freno se nota en estaciones, taxis, kioscos y panaderías. Las jubilaciones no alcanzan. Las changas desaparecieron. La crisis pega fuerte en los sectores populares.


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La ciudad teme que no haya temporada. Si junio pasa sin pesca, será un año perdido. Los analistas no ven salida cercana. El conflicto salarial se agrava. Las condiciones del negocio siguen igual. Las señales del mercado son negativas.

El turismo no alcanza a compensar. En invierno, la pesca sostiene la rueda económica. Sin barcos, no hay consumo. Los hoteles se vacían. Los restaurantes venden menos. La zafra de langostino ya genera pérdidas en toda la ciudad.

El municipio pide apoyo nacional. Las autoridades locales exigen respuestas del gobierno y del CFP. La ciudad no puede afrontar sola el impacto. El sector necesita un acuerdo rápido. Las familias necesitan trabajo. El invierno no espera.

Cada día que pasa, la situación empeora. El clima en los muelles es de silencio y angustia. Los barcos no zarpan. Las plantas no encienden. La ciudad siente el parate en cada esquina. El langostino, hoy, es ausencia.

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