El escándalo de los Hummer importados con licencia diplomática en Chubut

Mi Archivo28/12/2025

Hummer Chaqueño Palavecino imagen ilustrativa

El 26 de enero de 2008, el diario La Nación informó sobre la existencia de cuatro autos de lujo presuntamente ingresados al país con franquicias diplomáticas irregulares. Se trataba de dos Hummer y dos Porsche Cayenne radicados en Sarmiento, Chubut. Las investigaciones revelaron que las empresas Tukis S.A., Gilmer S.A., Cromel S.A. y Nelida Viggiano coincidían en el domicilio de San Martín 143, donde estaban registrados los vehículos. Vecinos del lugar afirmaban que allí había un taller mecánico.

El escándalo trascendió cuando el futbolista Aldo Pedro Duscher fue vinculado a la compra de estos vehículos. Duscher negó haber adquirido una Hummer, aunque su nombre figuraba en el registro automotor de Argentina. El 28 de enero de 2008, el Diario Jornada publicó detalles adicionales sobre la investigación. La causa se centraba en el ingreso de autos importados con exenciones impositivas destinadas a diplomáticos.

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El juez federal Norberto Oyarbide solicitó informes a la Cancillería Argentina sobre 15 embajadores y otros funcionarios acreditados en el país. Su objetivo era determinar si existía delito en la importación de estos autos. Los beneficios impositivos otorgados a diplomáticos permitían que estos vehículos se nacionalizaran a un costo significativamente menor, lo que generaba un mercado paralelo de autos de lujo.

El escándalo tomó fuerza cuando Cancillería presentó una denuncia penal. Una auditoría reveló irregularidades en el ingreso y nacionalización de vehículos entre 2004 y 2007. El 31 de enero de 2008, el juez federal Jorge Brugo ordenó allanamientos en Sarmiento. Gendarmería y Aduanas buscaron documentación en gestorías de la ciudad.

Los operativos resultaron positivos y permitieron recopilar pruebas sobre la maniobra fraudulenta. Se identificaron al menos 98 importaciones sospechosas de vehículos de alta gama. La investigación reveló que los autos eran importados por diplomáticos, nacionalizados antes del plazo legal y vendidos a empresarios, futbolistas y celebridades. Las franquicias diplomáticas permitían evadir impuestos, reduciendo el costo de los autos hasta en un 40%. Esto generó un negocio millonario.

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Los allanamientos en Sarmiento revelaron que cuatro propietarios habían declarado el mismo domicilio al registrar sus vehículos, lo que despertó sospechas. El fraude implicaba a conductores de TV, jugadores de fútbol, representantes deportivos y empresarios. La trama se extendía a otras provincias del país. Las denuncias de Cancillería y Aduanas llevaron a la apertura de dos causas judiciales: una por fraude a la administración pública y otra por contrabando. El escándalo impactó en la opinión pública. Muchos compradores de estos autos no sabían que habían sido ingresados de forma irregular.

El Hummer, un vehículo originalmente diseñado para el ejército estadounidense, se convirtió en un objeto de deseo en Argentina. AM General Corp. desarrolló el Hummer en 1979. Su primera versión civil se lanzó en 1992 y rápidamente ganó popularidad. El Hummer fue usado en conflictos como la Guerra del Golfo, demostrando su resistencia y capacidad todoterreno. En 2006, la marca Hummer tenía concesionarios en 34 países. La versión de lujo mantenía las características militares con refinamiento exclusivo.

El precio del Hummer variaba según el modelo y los accesorios. Un Hummer H3 Luxury costaba 36,769 dólares, mientras que el Hummer H2 superaba los 79,000 dólares.

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El caso de las importaciones irregulares despertó el interés de la justicia federal. Las investigaciones buscaban determinar el rol de los embajadores en la maniobra. Las franquicias diplomáticas están destinadas a facilitar la movilidad de los funcionarios extranjeros. Su uso indebido afecta la recaudación fiscal.

Los jueces involucrados en la causa solicitaron informes detallados sobre los embajadores y cónsules que participaron en las importaciones. La investigación demostró que los autos eran registrados en provincias alejadas de Buenos Aires para evitar sospechas. En la mayoría de los casos, los diplomáticos vendían los autos sin haberlos utilizado. Solo actuaban como intermediarios en la maniobra. El fraude afectó el mercado automotor, generando una competencia desleal con los importadores tradicionales.

Las primeras sanciones fueron impuestas a concesionarias y gestores que facilitaron la tramitación de los registros vehiculares. El avance de la causa reveló la existencia de más vehículos ingresados bajo el mismo esquema. Las pruebas obtenidas en los allanamientos fortalecieron la causa judicial. Se encontraron documentos con registros de pago y comunicación entre los involucrados. Los futbolistas involucrados en la investigación negaron su participación y alegaron haber comprado los autos sin conocer su origen.

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El escándalo afectó la imagen de varios embajadores, algunos de los cuales fueron llamados a declarar ante la justicia. El caso generó un debate sobre la regulación de las franquicias diplomáticas y la necesidad de mayor control estatal. El gobierno anunció medidas para evitar futuras irregularidades en la importación de autos con franquicias diplomáticas.

Las nuevas regulaciones incluyeron controles más estrictos sobre la nacionalización de vehículos exentos de impuestos. El caso de las Hummer y Porsche Cayenne en Sarmiento se convirtió en un símbolo del abuso de privilegios diplomáticos. El escándalo reveló cómo la falta de controles permitió que un esquema de fraude funcionara durante años sin ser detectado.

La polémica de los autos de lujo importados sin impuestos sigue generando repercusiones en el ámbito judicial y político. Los autos Hummer y Porsche Cayenne continúan siendo objeto de deseo en Argentina, pero la investigación ha frenado nuevas importaciones bajo este esquema. En el caso del cantante Chaqueño Palavecino y el polista Adolfo Cambiasso, lograron demostrar en la Justicia que fueron compradores de buena fe, desconociendo la forma de importación de los vehículos, por lo que finalmente quedaron desvinculados de la causa.